“La prisión injusta es una forma de tortura que hoy padecen miles de venezolanos” – Roberto Marrero

Roberto Marrero, abogado y dirigente político venezolano, se encuentra exiliado en la ciudad de Doral, en el sur de Florida, tras haber sido jefe de despacho de Juan Guaidó. En una entrevista con Leo Moumdjian, reflexionó sobre su paso por la cárcel del Helicoide y trazó un crudo panorama sobre la situación actual de los derechos humanos en Venezuela.

Durante año y medio, Marrero estuvo detenido por el régimen de Nicolás Maduro. Aunque admite que tuvo visitas y acceso a abogado, reconoce que fue una experiencia profundamente dura. “Incluso en una cárcel como el Helicoide, uno se aferra a la esperanza. El ser humano siempre encuentra una razón para sonreír, incluso en la oscuridad más profunda”, expresó. Hoy, asegura, la situación es aún peor: la mayoría de los presos políticos no reciben visitas ni tienen representación legal.

Según Marrero, tras las elecciones del 28 de julio de 2024, que la oposición ganó de forma contundente, el régimen respondió con una fuerte ola de represión. “Quienes transmitieron los resultados reales o simplemente estaban presentes como testigos electorales fueron perseguidos”, denunció. Entre los detenidos se encuentran periodistas como Roland Carreño y ciudadanos sin militancia política, muchos de ellos arrestados por mensajes en redes sociales o por formar parte de grupos de WhatsApp críticos del gobierno.

La crisis humanitaria y política ha provocado el exilio de entre 8 y 10 millones de venezolanos, según datos extraoficiales. Marrero destaca que, a diferencia de otros contextos de conflicto como Siria o Ucrania, en Venezuela no hay una guerra declarada, pero sí un deterioro institucional que ha limitado severamente los derechos civiles y políticos. “Hoy, la prisión injusta es una forma de tortura en sí misma. Lo peor es que son tantos los presos que ya no se pueden nombrar a todos. Es fundamental exigir libertad para todos los presos políticos, civiles y militares”, concluyó.

En ese sentido, el exfuncionario instó a visibilizar el drama de los venezolanos sin acceso a documentación debido al cierre de embajadas y consulados, como ocurre en Argentina y Estados Unidos. “La diáspora no se fue por placer. Se fue por persecución, por falta de libertad y por políticas que destruyeron un país con un clima ideal, recursos naturales y un pueblo trabajador”.

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