La democracia es especialmente escuchar y respetar a las minorías

Los humanos somos capaces de pervertir cualquier cosa.

La democracia es el mejor sistema que hemos encontrado para convivir en las sociedades. El gobierno de los pueblos significa escuchar y respetar la voz de todos y especialmente la de las minorías.

Los gobernantes tienen la responsabilidad de gobernar para todos, e incorporar y ser sensibles especialmente con las voces de los que no piensan como ellos. Los que gobiernan tienen una responsabilidad mayor en la búsqueda de consensos justamente por haber sido electos para ejercer una responsabilidad para el conjunto de las partes que conforman una sociedad.

Llegar al poder por el voto popular mayoritario de ninguna manera puede justificar el intento de imposición. Justificar en el voto popular medidas que van contra de importantes sectores que se oponen a las mismas es pervertir la democracia y transformarla en un autoritarismo contrario al espíritu liberal de las democracias.

No es nueva esta tendencia y hoy parece ser una tentación para muchos. Recordemos que Hitler y muchos otros tiranos llegaron al poder por el “voto popular”. Formalmente hay elecciones en casi todos los regímenes autoritarios. Se vota en Cuba, en Rusia, en Venezuela, en Nicaragua, en China, en Irán, en Pakistán y el listado sigue y es demasiado largo. Claro muchos de esos países son dictaduras, teocracias o gobiernos autoritarios de distinto tinte, donde las minorías son perseguidas en el mejor de los casos o eliminadas en el peor de ellos.

El renovado Estado de Israel, que está por cumplir 75 años, se fundó en los pilares de la democracia occidental liberal. Uno de los orgullos ha sido siempre señalarlo como la “unica democracia en el Medio Oriente” donde todas las multiples minorías que lo constituyen son respectadas, escuchadas y tienen representación en el parlamento.

Sin duda el juego político democrático tiene muchas veces tensiones e intereses contrapuestos. La función de un verdadero estadista es persuadir nunca imponer. Por muy válidos que sean sus argumentos e incluso su propuesta, siempre debe haber un bien superior que es el entretejido social.

Sin duda Israel necesito agiornar y mejorar su sistema judicial. Ahora cuando por los motivos que fuera se produce una grieta y enfrentamiento de la magnitud que se está viviendo, todo puede esperar a que llegue el momento y los referentes oportunos para los ajustes que no haga tambalear los pilares de una convivencia sana y necesaria.

El director de Radio Jai reflexiona en esta editorial sobre algunos de estos aspectos que hacen al presente y futuro del Estado Judío.