La apertura de sinagogas en Yom Kipur podría causar contagios masivos de COVID-19

Hagai Levine, profesor de epidemiología y asesor del gobierno, dice que Israel va a tener ‘un problema masivo’ en unos días si las casas de oración abren sus puertas en el día más sagrado del año judío mientras el país enfrenta una creciente morbilidad por COVID-19.

Hagai Levine es un experto en salud, profesor de epidemiología y miembro de un panel de expertos que asesora al gobierno de Israel, y advirtió que si se permiten las oraciones en las sinagogas durante la festividad de Yom Kipur, la próxima semana, esto podría conducir a una transmisión masiva del coronavirus.
La advertencia se produjo después de que Israel decidiera endurecer aún más su segundo bloqueo en todo el país, a medida que los casos de coronavirus continúan aumentando, ordenando el cierre de todos los negocios no esenciales y requiriendo que las personas permanezcan a menos de 1.000 metros de sus hogares.

El gobierno ordenó el cierre de las sinagogas, que se espera que dure al menos dos semanas, pero dijo que podrían abrir con limitaciones para las oraciones en Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío.
Levine, profesor de la prestigiosa Universidad Hebrea de Jerusalem, llegó a comparar la decisión con la guerra de 1973, cuando Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa contra Israel durante Yom Kippur, el punto más sagrado del calendario, cuando los judíos tradicionalmente pasan el día de ayuno y oración.
Levine agregó que el gobierno debería imponer un bloqueo completo durante un corto período para subrayar la gravedad de la situación, seguido de la relajación gradual de las restricciones sobre actividades esenciales pero de bajo riesgo.

Está previsto que las medidas más estrictas entren en vigor el viernes por la tarde, ya que el país cierra por el sábado semanal antes de Yom Kipur, el domingo y el lunes.

Las oraciones durante las festividades judías en curso, así como las manifestaciones políticas, se limitarían a espacios abiertos y no más de 20 personas, y los participantes tendrían que permanecer dentro de la distancia restringida de su hogar.
La comunidad ultraortodoxa, políticamente influyente, se ha opuesto a los límites a la oración pública durante las festividades judías en curso, y los opositores del primer ministro Benjamín Netanyahu han acusado al gobierno de utilizar el cierre como tapadera para poner fin a las manifestaciones semanales contra su manejo de la crisis.
Incluso en tiempos normales, Israel cierra por completo para Yom Kipur, con negocios y aeropuertos cerrados, carreteras vacías e incluso estaciones de radio y televisión en silencio.

Las restricciones a las manifestaciones están sujetas a la aprobación de toda la Knesset.