El Hijo Rebelde

El Rabino Elimelej Lamdan tuvo (tiene) que enfrentarse con un duro desafió: El precepto del Ben Sorer Umoré, o “Hijo Rebelde”.

Sin entrar en todos los detalles, la Toráh nos encomienda que si un hijo demuestra ciertas características de comportamiento que indican que tenemos un Hijo Rebelde habría que ejecutarlo en publico.

Por otro lado, los requisitos necesarios para que amerite semejante castigo es tan difícil que se dé hasta el punto que nunca se dieron las condiciones para que se cumpla y nunca se darán según los Sabios Judíos.
Para que esta este precepto entonces? Hay muchas opiniones.No vienen al caso.

La situación con la que se esta enfrentando esta familia le sera conocida a muchos de ustedes, ya sea por alguien que se esta alejando de la religión o por un miembro de la misma que se esta acercando. Si muchas veces esa familia fue “señalada” por el resto y catalogada como débil, este Rabino nos demuestra todo lo contrario. Ademas nos muestra como el amor a nuestros hijos debería ser incondicional, un amor sin barreras.

Cierta vez en un congreso sacaron el tema de aquel soldado que le disparo a un terrorista herido. Yo, furioso con la opinión de muchos de los participantes fui preguntado “Dejarías de amar a tu hijo si fuera tu hijo quien hizo ese crimen?” Mi respuesta fue “Lo seguiría amando de la misma manera, eso si, me amaría a mi mismo mucho menos”.
Creo que el Rabino Lamdan es un Sabio y entendedor de la Torah, quien pone ante todo el amor y como bien dice, el amor cubre todo traspié de la vida. El perdono a su hijo no para liberarlo de la pena de muerte sino para liberarse a si mismo de una vida llena de torturas emocionales.