Cuba: protestas y represión

El Dr. Jorge Alejandro Suarez Saponaro, explica en Pensando las Noticias qué desencadenó las últimas protestas contra el régimen en Cuba y el por qué detrás de la respuesta de la administración argentina de Alberto Fernández a favor del gobierno dictatorial del país insular.

El 12 de julio, Cuba atravesó las mayores protestas populares en más de 60 años. Al grito de “libertad” miles de cubanos salieron a las calles a manifestarse en contra del régimen de Miguel Díaz-Canel, sucesor de los Castro. La movilización comenzó en la localidad de San Antonio de los Baños al suroeste de la Habana, activada principalmente por los apagones de luz, pero luego se extendió por todo el país.

Según Saponaro, la manifestación es en verdad una respuesta a un hartazgo generado por la miseria generada por la dictadura comunista: “La población está cansada de un régimen bastante duro, y a eso se le agrega la pandemia, las políticas de aislamiento social, y la crisis económica que se ha agudizado a un nivel realmente extremo”. La problemática económica, estaría siendo también potenciada por las medidas tomadas para evitar la propagación de variantes del virus, que generaron enormes bajas en las recaudaciones de la industria turística, muy importante para el país. A ello se le suman los, “apagones de luz, [los] problemas de abastecimiento de comida, [el] desempleo, [y la] falta de expectativas”. “En un país donde hay escazas libertades, las pocas que había se redujeron aún más”, sintetiza.

En cuanto a la represión de su propia población llevada a cabo por el régimen cubano, desarrolla que juegan un rol fundamental las Fuerzas Armadas, las cuales están muy enraizadas en la sociedad, y presentes en la vida cotidiana de la población, poseyendo incluso empresas turísticas. Saponaro analiza que el involucramiento de los militares en funciones que sobrepasan sus ocupaciones básicas es síntoma de un sistema institucional muy vulnerado. Además de las Fuerzas Armadas, el aparato represivo cubano incluye a un servicio de inteligencia “muy aceitado”, con un gran poderío domestico e internacional, que minimiza en gran medida la disidencia.

Al aparto represivo se le suma la gran habilidad del régimen en materia dialéctica. Según explica el abogado, el régimen cubano tiene una gran capacidad para conectar “a la gente común, que está cansada de pasar miseria, como si fueran cómplices de una infiltración estadounidense”. De este modo, logrando convertir un problema interno causado por una mala administración económica y la restricción de libertades, en uno externo vinculado al bloqueo americano sobre la isla. Por este motivo Saponaro entiende que las restricciones impuestas por Estados Unidos a Cuba son perjudiciales: “Sirve para que el ala dura del partido comunista cubano, los sectores militares, los sectores más duros del régimen, justifiquen su permanencia en el poder y la represión”.

Por otro lado, el entrevistado se refiere a la respuesta internacional frente a las movilizaciones en Cuba: “El mundo lentamente se está pronunciando sobre el curso que tuvo Díaz Canel, que para nada fue componedor sino llamó a los sectores más duros del régimen, a la base social más endurecida para salir a enfrentar a los manifestantes, ha habido represión, hubo despliegue del personal policial… y aparentemente hay despliegue militar”.

Sin embargo, Argentina se posicionó contra la corriente internacional; el presidente Alberto Fernández declaró: “No conozco exactamente la dimensión del problema en Cuba”, añadiendo: “son todas cosas que deben resolver los pueblos, no soy yo quien debe decir a los pueblos qué tienen que hacer”. Saponaro explana que no es de sorprender que la postura contraproducente tomada por la administración de Fernández dado a que, “la política exterior argentina siempre estuvo determinada por una cuestión ideológica, nosotros nunca tuvimos una política exterior acorde al interés nacional, depende del humor del gobierno de turno”.

Por TP/RJ