Sale a la luz la historia de Mario Abel Amaya

La pandemia lo vino postergando, pero finalmente llegó el día. La biografía de Mario Abel Amaya, aquel abogado, dirigente y diputado radical defensor de derechos humanos que la Dictadura mató a sus 41 años, es ya una realidad. Desde Radio Jai nos contactamos con Jaime Rosemberg, periodista, para que nos cuente sobre el libro que acaba de publicar,  que trata la historia de Amaya.

El periodista nos comentó quién fue Mario Abel Amaya y cómo fue su historia previa a la Dictadura: “Fue un dirigente gremial, abogado de presos políticos y un dirigente del radicalismo a quien se puede asociar al alfonsinismo, ya que a principios de los ’70 Alfonsín estaba en la interna con Balbín por el control del radicalismo, y aparecían dirigentes que lo ayudaban a Amaya a armar su espacio Renovación y Cambio en todo el país. Mario, que ya venía de defender dirigentes gremiales como Agustín Tosco, incluso dirigentes vinculados con la guerrilla como el propio Santucho, se suma al alfonsinismo y es candidato a diputado en el año 1973. La logra y lo detiene la dictadura en 1976. Lamentablemente fallece a los 41 años en la cárcel de Devoto después de haber recibido torturas durante varios días en distintas cárceles de la Dictadura”.

Destacó que lo movilizó a indagar la historia de esta personalidad, alegando que el interés radicaba, dejando la vida, en la lucha por los derechos humanos en Argentina. En esta sociedad argentina donde parece que el peronismo aglutina y controla todo, también hay un relato que habla de los héroes o mártires del peronismo en la lucha contra la Dictadura,  y que muchas veces se deja de lado:  Muchos dirigentes que no eran peronistas, algunos antiperonistas u otros que directamente no estaban en ninguno de esos dos bandos.

“Hubo una unidad totalmente diferente de la lucha armada; en este caso los radicales eran totalmente contrarios a la lucha armada, tanto Alfonsín como Balbín se negaban a aceptar que la forma para combatir a la dictadura fueran las armas, Amaya fue una muestra de eso”.

Jaime nos explicó cómo se supo de la muerte del dirigente Amaya: “Muchos dirigentes como eran relativamente conocidos, tuvieron una visibilidad pública que obligó a la Dictadura a blanquear la muerte de muchos de ellos. En el caso de Amaya, él fue detenido con Hipólito Solari Yrigoyen, en Trelew, Chubut. Ellos están desaparecidos unos días, pero por la presión por parte del radicalismo hace que sean blanqueados, o sea ‘pasados a disposición del Poder Ejecutivo Nacional’ como ellos decían, pero bueno ellos estaban en condiciones muy malas. Ya venían de haber sido torturados en Rawson y Bahía Blanca, y cuando llegan a Devoto Amaya, que tenía un problema porque era asmático, y lo privaron de tomar sus medicamentos en el frio de la Patagonia, llega muy mal a Devoto, pasa unos días en la enfermería de la carcel,  lo medican para intentar salvarlo, pero no logran estabilizarlo y termina muriendo”.

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