España solicita sumarse al caso de genocidio de Sudáfrica contra Israel ante el máximo tribunal de la ONU

España pidió el jueves permiso a un tribunal de las Naciones Unidas para unirse al caso de Sudáfrica que acusa a Israel de genocidio en la Franja de Gaza.

Sudáfrica presentó su caso ante la Corte Internacional de Justicia a finales del año pasado, alegando que Israel estaba violando la convención sobre genocidio en su ataque militar contra el grupo terrorista Hamás en Gaza.

Israel ha rechazado las acusaciones de genocidio por considerarlas infundadas y dice que Sudáfrica está actuando como emisaria del grupo terrorista Hamas, que gobierna Gaza y busca eliminar al Estado judío. Dice que las Fuerzas de Defensa de Israel tienen como objetivo a los terroristas de Hamas, no a los civiles palestinos, pero señala que las bajas civiles en los combates son inevitables ya que los terroristas operan desde lo más profundo de la población.

El mes pasado, el tribunal ordenó a Israel que detuviera las operaciones militares en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, que pondrían en riesgo la destrucción de la población civil que se refugia allí. Actualmente, las tropas de las FDI están llevando a cabo operaciones selectivas contra agentes terroristas e infraestructura en el área, mientras que alrededor de un millón de los 1,4 millones estimados de palestinos que se refugian en el área ya han sido evacuados.

“Tomamos la decisión debido a la operación militar en curso en Gaza”, dijo el Ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, en Madrid. “Queremos que la paz regrese a Gaza y Medio Oriente, y para que eso suceda todos debemos apoyar a la corte”.

A pesar de las crecientes críticas internacionales en las últimas semanas, las FDI han seguido adelante con la ofensiva, afirmando que Rafah es el último bastión importante de Hamás que queda en la Franja y sugiriendo que muchos de los rehenes restantes capturados por el grupo terrorista el 7 de octubre podrían ser retenidos. en la ciudad.

México, Colombia, Nicaragua, Libia y los palestinos ya esperan que el tribunal de La Haya, Países Bajos, apruebe sus solicitudes de sumarse al caso. Una vez admitidos en el caso, podrían presentar presentaciones por escrito y hablar en audiencias públicas.

La solicitud de España es la última medida del gobierno del primer ministro socialista Pedro Sánchez para apoyar a los palestinos.

España, Irlanda y Noruega reconocieron formalmente un Estado palestino el 28 de mayo en un esfuerzo coordinado de las tres naciones de Europa occidental, en una medida que el Primer Ministro Benjamín Netanyahu llamó una “recompensa por el terrorismo”.

Eslovenia, miembro de la Unión Europea junto con España e Irlanda, hizo lo mismo y reconoció al Estado palestino esta semana.

Más de 140 países han reconocido un Estado palestino (más de dos tercios de la ONU), pero ninguna de las principales potencias occidentales, incluido Estados Unidos, lo ha hecho.

Si bien Sánchez condenó la brutal masacre de Hamás del 7 de octubre y se sumó a los llamados para el regreso de los rehenes restantes, se ganó la reacción diplomática de Israel. El ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, dijo que al reconocer un Estado palestino, el gobierno de Sánchez estaba “siendo cómplice de incitar al genocidio contra judíos y a crímenes de guerra”.

El respaldo de Sánchez a los palestinos cuenta generalmente con el apoyo de España, donde algunos estudiantes universitarios han seguido a sus homólogos estadounidenses en las protestas en los campus. Los españoles acudirán a las elecciones del domingo para las elecciones al Parlamento Europeo.

Ya se han celebrado audiencias preliminares en el caso de genocidio ante la CIJ, pero se espera que el tribunal tarde años en llegar a una decisión final.

Albares dijo que la decisión de su gobierno tenía el objetivo inmediato de aumentar la presión sobre el primer ministro Benjamín Netanyahu para que siguiera las medidas provisionales del tribunal para detener el derramamiento de sangre en Rafah.

“Insisto una vez más en que estas medidas cautelares deben cumplirse”, afirmó Albares. “Si esto es genocidio o no, eso lo decidirá el tribunal y España, por supuesto, apoyará su decisión”.

La guerra en Gaza estalló después de la masacre de Hamás del 7 de octubre, en la que unos 3.000 terroristas irrumpieron a través de la frontera con Israel por tierra, aire y mar, matando a unas 1.200 personas y tomando 251 rehenes en medio de actos de brutalidad y agresión sexual.

El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, dice que más de 36.000 personas en la Franja han muerto o se presume que han muerto en los combates hasta el momento. De ellas, unas 24.000 muertes han sido identificadas en hospitales o mediante informes de las familias, y el resto de la cifra se basa en “fuentes de los medios de comunicación” de Hamás. Las cifras, que no pueden ser verificadas, incluyen a unos 15.000 agentes terroristas que Israel dice haber matado en batalla. Israel también dice que mató a unos 1.000 terroristas dentro de Israel el 7 de octubre.

Un total de 295 soldados murieron durante la ofensiva terrestre contra Hamás y en medio de operaciones a lo largo de la frontera de Gaza. Un contratista civil del Ministerio de Defensa también murió en la Franja.

Fuente: The Times of Israel