En medio del aumento de antisemitismo y la guerra contra el terrorismo de Hamas el Papa recibió al consejo de Rabinos Europeos

“No las armas, ni el terrorismo, ni la guerra, sino la compasión, la justicia y el diálogo son los medios adecuados para construir la paz”: con estas palabras, el Papa Francisco reiteró el lunes su apasionado llamamiento por la paz en Tierra Santa. Dirigiéndose a una delegación de la Conferencia de Rabinos Europeos en el Vaticano, el Papa se centró en la guerra en curso en esa región.

El pontífice entregó su discurso impreso a los miembros de la delegación, y dijo que no se sentía lo suficientemente bien por un fuerte estado gripal para leerlas.

Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dijo después a los periodistas que el Papa tiene una agenda de audiencias muy apretada este lunes. “Quería saludar individualmente a los rabinos europeos y por eso les entregó su discurso”, dijo Bruni. “Por lo demás, las actividades del Papa continúan con normalidad”.

Los Rabinos fueron portadores de una carta dirigida al sumo pontífice de la Iglesia Católica por parte de los familiares de rehenes que exhortaban su urgente intervención para la liberación de los mismos.

El Gran Rabino Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER), transmitió su mensaje durante la conmovedora reunión hoy lunes por la mañana.

Preocupación y condena por el resurgimiento del antisemitismo
En sus declaraciones preparadas para los rabinos, el Papa Francisco también expresó su preocupación por la propagación de manifestaciones antisemitas en el mundo, como resultado del conflicto en Tierra Santa, manifestación que, según dijo, condena “enérgicamente”.

El pontífice subrayó que, en este tiempo de violencia y destrucción, “los creyentes están llamados a construir la fraternidad y abrir caminos de reconciliación para todos y ante todos, en nombre del Todopoderoso”.

Por tanto, deben ser “testigos del diálogo”, subrayó el Santo Padre. En efecto, afirmó que, por su intrínseca naturaleza social, “la humanidad no sólo es capaz de dialogar, sino que es diálogo mismo”, y “sólo en diálogo con el Trascendente y con nuestros hermanos y hermanas que nos acompañan podemos entendernos”.

“¡Qué importante es, para nosotros los creyentes, ser testigos del diálogo!”, subrayó.

Necesitamos el judaísmo para entendernos mejor a nosotros mismos
Refiriéndose específicamente al diálogo judeo-cristiano, el Papa Francisco recordó que el intercambio con el judaísmo es particularmente importante para los cristianos, porque poseen raíces judías.

“Necesitamos el judaísmo para entendernos mejor a nosotros mismos”, dijo el Papa. “Por lo tanto, es importante que el diálogo judeo-cristiano mantenga viva su dimensión teológica, sin dejar de afrontar cuestiones sociales, culturales y políticas”.

Recordando las palabras del papa san Juan Pablo II durante su histórica visita a la Sinagoga de Roma, el 13 de abril de 1986, en la que habló de los judíos como “nuestros hermanos mayores”, el Papa reiteró que el diálogo judeo-cristiano es más que un diálogo interreligioso: “Es un diálogo familiar”, dijo.

Al finalizar su discurso, el Papa Francisco reafirmó que judíos y cristianos “estamos vinculados unos a otros ante el único Dios; juntos, estamos llamados a testimoniar con nuestro diálogo su palabra y, con nuestra conducta, su paz”.

“Que el Señor de la historia y de la vida nos conceda el valor y la paciencia para hacerlo. ¡Shalom!”, concluyó.

Las familias de los rehenes han pedido al Papa que utilice su posición no sólo para llevar su difícil situación al primer plano de la atención internacional, sino también para dialogar con los líderes de Medio Oriente y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

“Pedimos respetuosamente a Su Santidad que utilice su influencia ante el Comité Internacional de la Cruz Roja para aumentar sus esfuerzos a fin de obtener sin demora una señal de vida de los rehenes”, instaba la carta.