“Hezbollah aprovecha la corrupción de la Triple Frontera”

Desde hace algunos meses, las fuerzas de seguridad de los tres países comenzaron una mayor coordinación de sus actividades y en septiembre pasado detuvieron en Brasil al libanés Assad Ahmad Barakat, acusado por sus vínculos con el grupo terrorista que para la Justicia argentina estuvo detrás de los ataques a la embajada de Israel, en 1992, y la AMIA, en 1994.

En diálogo con La Nación, Newmann explicó en la Triple Frontera “funciona la tercera zona de libre comercio más grande del mundo, después de Miami y Hong Kong”. “En los 80 se convirtió además en centro de inmigración de la diáspora libanesa durante la guerra civil, y la comunidad árabe se mueve por clanes muy solidarios”, comentó. “Los que ya están asentados ofrecen al que llega toda su red de contención, que incluye actividades legales e ilegales. Por otra parte, por tratarse de una frontera triple, con solo cruzar un río se pueden aprovechar las diferencias cambiarias y también fiscales”, manifestó.

Respecto de la presencia del mencionado grupo terrorista en dicha región, Newmann explicó que “necesitan alimentar sus operaciones terroristas en todo el mundo y a los paramilitares en Siria, y para eso se requiere una organización criminal enorme”, por lo que “sacan provecho de la corrupción, un mal endémico en América Latina”. “En Venezuela, Hezbollah tiene empresas y fábricas legales. Y en la zona de la Triple Frontera participan del tráfico ilícito de tabaco, remedios y narcotráfico”, denunció.