“Los judíos estamos expuestos, somos el blanco perfecto”

“Estoy en shock por la noticia, yo estuve en Pittsburgh en otra comunidad. La vida judía allí es muy intensa, tiene un nivel cultural más alto, es muy sofisticado en cuanto a lo que ofrece en educación judía”, comenzó explicando el Rabino.

“La sinagoga donde ocurrió el atentado, está situada en un barrio llamado Squirrel Hill, que es algo así como el Once de Buenos Aires, en donde hay una gran congregación judía. Hay una relación perfecta y armónica con los vecinos, no sentías antisemitismo en ningún lado”, agregó.

Kripper, quien hoy lidera una comunidad en Aruba, pero pasó un gran tiempo en la ciudad estadounidense, remarcó la interreligiosidad de la región: “Teníamos un grupo de diálogo con pastores y ministros y el espíritu de tolerancia era increíble. Yo veía grupos de oración católicos rezando frente a la sinagoga. No es atípica esa convivencia como en general se ve en todo el país, pero en Pittsburgh era como ideal”.

“Si bien hay una vida armónica, subyacen elementos marginales que tienen una visión radical que tienen todavía resabios de otra época y van ganando peso”, confirmaba Kripper al respecto del odio resentido en algunos vecinos. “Lo que antes era tangencial, estaba como oculto y adormecido y hoy se ve despertando, con mucho odio y resentimiento y los judíos estamos en primera fila, expuestos, porque somos el objetivo tradicional, el blanco perfecto”.

Con respecto a la libertad de portación de armas en los Estados Unidos y en relación a las 21 que tenía registradas legalmente el asesino, Kripper expresó: “Es un vicio de la figuración de lo que es la libertad de tenencia de armas. Una cosa es tener una para defensa, otra es tener un rifle de ataque. Hay una tendencia de piedra libre para la tenencia de armas. Un grupo de rabinos hicieron una declaración en donde dicen que el presidente no es bienvenido en Pittsburgh a menos que baje una línea clara de que esto no puede ser tolerado”.

Por último, habló de la seguridad en instituciones judías: “Creíamos que esto acá no podía pasar. Hay signos preocupantes de las instituciones judías, de un aumento sistemático del antisemitismo en Estados Unidos. No se trata de un fenómeno único y excepcional. Esto va a llevar a que las comunidades se replanteen la seguridad”.