“Lo judío es fundamental en la diversidad cultural argentina”

“Cuando uno habla de identidad, es una unidad en la que se repite siempre lo mismo en vos, que te define tal como sos. Por ejemplo, “idem” significa “lo mismo”.”, comenzó explicando el filósofo.

“Es posible encontrar la identidad, o desde el lado de la filosofía, cuestionar que haya una identidad y pensar que cada vez que te hablan en nombre de una identidad que tenés que alcanzar, se te impone un modelo sobre otros”, agregó

Con respecto a la identidad judía, Sztajnszrajber aseguró que “nunca sos una cosa sino que sos un conjunto. En la identidad judía está muy en juego eso. Hay 2 modelos, uno que dice que primero sos judío y después el resto y la otra postura es que somos un complejo de facetas distintas y que ser judío es una más”.

Este lunes 22 de octubre se conmemora el Día Nacional del Derecho a la Identidad y según el filósofo, “las identidades nacionales están en crisis hace rato. Siempre supone un ejercicio artificial de una fundación originaria. La palabra “nación” viene de nacimiento. Supone que todos nos creamos de un mismo lazo sanguíneo. Historiográficamente, todo lo que viene del judaísmo no viene de un mismo tronco sanguíneo, sino que todos tenemos que creer que provenimos del mismo lugar”.

“Por ejemplo, la creación de Argentina fue producto de algo artificial. Que esto sea Argentina y no Bolivia, se decidió en una mesa con ginebras de por medio”, concluyó.

Volviendo a lo que refiere a la nación en sí, el docente universitario remarcó que “en realidad, lo más rico de una nación es la multiplicidad que muestra. Nos hace crecer y, de alguna manera, aprender en el contacto con el otro. Lo homogéneo termina generando una endogamia en donde uno queda encerrado en si mismo.

En relación con el judaísmo, añadió: “La historia del judaísmo es de diversidad, la cultura judía es el contacto permanente con el otro.

Hay muchas corrientes que abogan más el encierro y otras, que quizás no tienen fuerte representación, que siempre sintieron el contacto con el otro. Argentina le debe muchísimo al encuentro permanente con su propia diversidad cultural, en donde lo judío es fundamental”.