Radio JAI

La Radio Judía de Latinoamérica

DONAR

El Expreso Andino

El próximo 10 de mayo, se cumplirán dos años del asesinato del Fiscal anti-mafia de Paraguay Marcelo Pecci, quién se encontraba junto a su esposa, la periodista Claudia Aguilera, en plena luna de miel en la isla Barú, un punto turístico y exclusivo frente a las costas de Cartagena de Indias, Colombia.
En esas circunstancias, se acercaron a bordo de un jet sky dos hombres, uno de ellos, descendió y sin mediar palabras disparó dos veces contra el fiscal, causándole la muerte instantánea, tras lo cual huyeron tal como llegaron.
El crimen, evidentemente fue perpetrado por sicarios y el móvil estuvo directamente vinculado con la labor del fiscal Pecci, especializado en la investigación contra el Crimen Organizado, el Narcotráfico, el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo, y es que justamente, el asesinado había tenido a su cargo la denominada Operación A Ultranza, el mayor operativo contra de la delincuencia organizada y transnacional, la que se llevó a cabo junto a agencia antidrogas de los EE.UU., la DEA, de la UE, Europol, y de Uruguay, la Dirección de Inteligencia Criminal, que cooperaron con la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay, incautándose en diferentes procedimientos y lugares, más de 21 mil kg. de cocaína, bienes patrimoniales por aproximadamente u$s. 250 millones, 9 avionetas y la detención de 30 personas.
Las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional de Colombia, junto a la DEA y a la Policía de Paraguay, llevaron a la detención de dos mujeres y cuatro hombres, entre éstos, el autor material del homicidio del fiscal, el ciudadano venezolano Wendre Still Scott Carrillo, quién estaría relacionado o ser parte del Tren de Arauca, y fue condenado por un tribunal colombiano a la pena de 23 años de prisión.
Esta introducción, nos lleva a develar a lo largo de la columna de hoy, ¿Qué es el Tren de Aragua?, pues bien, podría calificarse como una las dos poderosas organizaciones criminales de Venezuela, que tiene su origen en un grupo de reclusos de la prisión de Tocorón, estado de Aragua, cuyo líder es Héctor Rusthenford Guerrero Flores (a) “El Niño Guerrero”, venezolano de 40 años, y cuya actividad e influencia ha ido en ascenso debido a que el gobierno de Maduro, dejó que los líderes de la bandas o “Pranes”, controlaran las cárceles más violentas de Venezuela, y así el Tren, en casi una década se convirtió en una de las amenazas más creciente en Sudamérica.
Esa nefasta política fue instrumentada allá por el 2011, por la entonces ministro de Prisiones, Iris Varela, una chavista de la primera hora y que posibilitó, junto a contactos de la dirigencia política del partido gobernante, que el Niño Guerrero, no sólo controlara Tocorón, sino que se convirtiera en base de operaciones de la organización.
De esta forma, el Tren estableció un sistema de células y de cooptar grupos criminales fuera de la prisión, extendiendo poco a poco su poder en el estado de Aragua, y ese poder se fue ampliando a través de sus propios miembros o con su franquicia a otras bandas criminales en seis de los veinticuatro estados venezolanos, una expansión que abarca diferentes actividades criminales, que luego se señalaran, pero este modus operandi a nivel nacional, trascendió la fronteras, a nivel transnacional. Es así, que los miembros de cierto rango en la organización que salían de la prisión, establecieron alianzas con otras bandas o bien formando sus propios grupos, que operaban como fuerza de choque, y esta estructura se fue adecuando a las situaciones, oportunidades y entorno criminal en cada lugar, pero si bien, operan con cierta autonomía, responden al Niño Guerrero.
La presencia del Tren fuera de Venezuela, se constató en el 2018 en Colombia, aprovechando la migración venezolana forzada por la situación socio económica o persecución política, pero a medida que los destinos de los migrantes se extendía, también lo fue haciendo el Tren, y posicionándose así en Perú y Chile, aunque hay informes de su incipiente presencia en Brasil, Ecuador y Bolivia.
De las primeras actividades delictivas, vinculadas a la crisis migratoria, como el contrabando y el tránsito ilegal de personas, con el tiempo se fue organizando, evolucionando y coordinando, y por ende ampliando su porfolio, pero manteniendo su estructura piramidal.
En cada país donde está presente el Tren, su expansión y tipo de actividades delictivas que emprenden, está en relación al contexto local, tanto en lo referente a otros grupos criminales, como a la permeabilidad de las autoridades policiales y judiciales para su corrupción.
Todos los grupos de la organización, conforman una red que responde, operativa y financieramente, a la cúpula de la misma en Tocorón, en esta red podemos distinguir tres rutas, la primera, destinada a la conexión de actividades que parten de Aragua, Venezuela, luego Villa Rosario y Bogotá, Colombia, sigue hacia el sur a Perú, en Trujillo, Lima y Arequipa, donde se bifurca, una hacia Pisiga, Bolivia y otra sigue en Chile, Arica, Tarapacá, Santiago y Concepción. La segunda ruta, es la de los flujos financieros, que terminan en Aragua, un camino que viene directamente de Lima, Perú y otro proviene de Tarapacá, Chile y pasa por Pisiga, Bolivia, y en cuanto a la tercera ruta, es la utilizada para el intercambio o reubicación de sus miembros, tocando en las distintas localidades mencionadas.
Asimismo, se pueden describir tres fases de expansión del Tren, la primera es de exploración, la segunda es la de penetración y la tercera es la de consolidación, en esta fase se desarrollan las siguientes actividades ilícitas: tráfico de migrantes, extorsión a los migrantes y a los miembros del colectivo venezolano residentes, la explotación sexual a las mujeres migrantes, para pagar las deudas de su migración, el tráfico de drogas al menudeo, secuestros extorsivos, usura, robos, delitos informáticos, la minería ilegal de oro, el lavado de activos y últimamente el sicariato.
Ahora, si bien el Tren de Aragua ha echado raíces o consolidado en Colombia, Perú y Chile, en el presente ha sufrido un duro golpe en su expansión, ¿el porqué?, la resistencia de otras organizaciones criminales y terroristas, como el caso de los enfrentamientos con la guerrilla colombiana ELN o con la mafia de El Callao en Perú, también otro factor es, el accionar de las FF.SS. y Policiales, en Colombia se llevaron a cabo operativos que permitieron la detención de más de medio centenar de sus miembros, el más reciente, a principio de este mes de mayo en el sur de Bogotá, aprehendiendo a Carlos Ramón Escobar, el principal lugarteniente de el Niño Guerrero, otro tanto ha sucedido en Perú, en Lima y Arequipa, con iguales resultados que el Colombia, y en Chile, entre el 2022 y 2023, en Arica, Tarapacá, Santiago y Concepción, se arrestaron a más de 60 miembros del Tren, y el pasado fin de semana fueron extraditados 50 venezolanos, supuestamente operativos de la organización, que habían sido detenidos por la comisión de extorsión y/o robos con violencia.
Por su parte, el régimen de Nicolás Maduro dispuso el allanamiento de la prisión de Tocorón, tomando las autoridades el control del penal, aunque el líder del Tren, el Niño Guerrero y sus principales cómplices, fugaron antes del mega operativo, fue así como se apresó al ya mencionado Carlos Ramón Escobar en Bogotá, mientras que el paradero de el Niño Guerrero es desconocido, aunque se cree que se halla refugiado en la ciudad de Valencia, en el estado de Carabobo, Venezuela.
Cabe preguntar, ¿el porqué del cambio de postura del gobierno venezolano e intentar desmantelar al Tren de Aragua?, pues bien, podría obedecer a algunas de las siguientes razones, una sería que la evolución y expansión de la organización afectaría las actividades e intereses de la otra gran organización criminal venezolana, el Cártel del Golfo, cuyos principales jerarcas son miembros de las FF.AA. Bolivarianas, liderado por el general y ex presidente de la Asamblea Nacional y actual diputado de la misma, Diosdado Cabello, sobre el que pesa una Orden Captura de la Justicia Federal de los EE.UU., por narcotráfico, otra razón, estaría relacionada con ciertas negociaciones llevadas a cabo en absoluta reserva en Méjico, entre representantes de Washington y Caracas, que conllevarían la extradición de personajes venezolanos requeridos por la Justicia estadounidense, es por esto, que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, dio lugar el pasado 21 marzo, a la extradición a los EE.UU., de Gerso Isaac Guerrero Flores, el hermano de el Niño Guerrero, y no se puede descartar, que el cambio de política del régimen de Maduro se deba a una medida proselitista en miras a las próximas elecciones nacionales, como así también en el marco de la actual relación con el izquierdista presidente de Colombia, Gustavo Petro, lo que explicaría los informes que posibilitaron la detención del lugarteniente de el Niño Guerrero en Bogotá, como se señaló precedentemente.
Finalizando la columna de hoy, mis conclusiones son las siguientes: 1ro. el caso de esta organización criminal conocida como el Tren de Aragua, su origen, evolución, expansión e impacto en la seguridad nacional y transnacional, es una prueba que se deben replantear los paradigmas en el combate al Crimen Organizado y al Terrorismo, pues ambas expresiones criminales, en el presente están relacionadas simbióticamente, 2do., el caso del homicidio del fiscal de Paraguay, Marcelo Pecci, involucra no sólo a los principales responsables de dirigir el narcotráfico en tierras guaraníes, como ser Miguel Insfrán (a) Tío Rico, sino de las conexiones con la más poderosa organización brasileña, el PCC o Primer Comando Capital, de la que se trató en columnas anteriores, y que nació en el Penal de Carandirú, San Pablo, de la misma manera que se conformó el Tren de Aragua, y que domina el narcotráfico en la región paraguaya de Pedro Juan Caballero, y podría haber sido quién contratara al sicario venezolano Wender Still Scott Carrillo, autor del asesinato de Pecci, y no olvidemos los lazos que hay entre el PCC y la banda de Los Monos en Rosario, Argentina, 3ro. el Tren de Aragua, activo en particular en la región andina, en la actualidad enfrenta la pérdida de su base de operaciones, el Penal de Tocorón, y se le suma la pérdida de la protección que gozaba del gobierno de Maduro, y esto implica dos cosas, una que no pueda recomponer el control y centralidad de mando de su líder, el Niño Guerrero y la otra que desarticulado el Tren, los grupos del mismo en cada país que están radicadas, evolucionen o sean absorbidas por otras organizaciones criminales, por lo cual se abre la posibilidad, de una nueva evolución como organización criminal o la decadencia y final del Tren de Aragua, y por todo lo abordado, y pensando en nuestra realidad, y que sirva para dimensionar al Crimen Organizado y su relación con el Terrorismo Internacional, valgan los ataques a dependencia policiales y judiciales en Rosario, el asesinato de civiles inocentes, y amenazas a fiscales que investigan y procesan a integrantes y líderes de la banda de Los Monos, es por esto, que mi frase del final, es del filósofo y político irlandés Edmund Burke, “Para que el mal triunfe, sólo se necesita que los buenos no hagan nada.”.

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

Ayuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN