Transformando vidas a través de la Terapia Asistida con perros en Israel

Por Pamela Werbin, especial para Radio Jai

Mayan Cooper es entrenadora de perros sin coerción ni uso de fuerza, así como instructora terapéutica con perros. Coordina la carrera de Asistencia Terapéutica con perros en Clicker School, Israel, uno de los institutos más prestigiosos en el país en esta materia. Con una experiencia de 10 años, se especializa en trabajar con perros de terapia y personas con necesidades especiales.

La entrevista con Mayan surge a raíz de los eventos del 7 de octubre en Israel, marcado por una infiltración masiva de terroristas desde la frontera con Gaza, convirtiéndose en la matanza y masacre más brutal que ha sufrido Israel desde su fundación. La relevancia de la profesión terapéutica con perros ha crecido desde entonces, ya que muchos instructores de terapia con perros se voluntarizaron con sus perros con residentes de la zona sur del país, soldados y cualquier persona que lo necesitara.

Mayan destaca que la asistencia terapéutica con perros proporciona un tratamiento de apoyo que induce cambios emocionales en los procesos. El desarrollo del campo se basa en reconocer las cualidades del perro que pueden enseñarnos, ofreciendo amor incondicional y facilitando la conexión y comunicación.

Explica que los perros terapéuticos benefician a diversas poblaciones, desde bebés hasta adultos con discapacidades físicas o emocionales, post-traumas, problemas de atención y concentración, lectura y escritura, aliviando la soledad y fomentando éxitos y autoconfianza, entre otras cosas.

Mayan enfatiza que, aunque la asistencia terapéutica con perros no reemplaza la terapia emocional, actúa como apoyo y terapia restaurativa. Los perros terapéuticos ayudan a reducir el estrés, la presión arterial y brindan un significativo apoyo emocional y felicidad a las personas.

Superación de traumas: recuperé a mi perro y a mí misma

Una paciente de Mayan que prefiere no revelar su identidad pidió ayuda a Mayan Cooper, después de sufrir un ataque severo por parte de un perro suelto. Mayan explica que su paciente y su perro desarrollaron ansiedad y dificultad para salir a caminar fuera de casa y frente a los perros, por lo que recurrieron a buscar ayuda a través de la asistencia de perros de terapia.

Esto es lo que dijo un año y medio después de finalizar el proceso: “Los cambios que sucedieron después del proceso, conozco y estudio el lenguaje corporal de Popik (el perro), confío más en él y sé cómo ayudarnos a ambos cuando él o yo estamos ansiosos. El cambio más importante es que estoy buscando otro perro para adoptar. Me di cuenta de lo mucho que Popik necesita y le encanta estar en compañía de otros perros, principalmente mucho más grandes que él.
Estoy mucho más tranquila y más segura con perros extraños y sé qué hacer si la situación se complica. Nuestros paseos se hicieron más largos y conocemos nuevos lugares y Popik viene conmigo a casi todas partes, a veces incluso al trabajo.
Tal vez ya no tenga espacio personal (es broma), pero recuperé a mi perro y a mí misma también”.