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La India su ascenso, la alianza estratégica dentro de los BRICS, y la posibilidad de la construcción de un bloque militar anti-OTAN

Radio Jai - Profesor Luis Fuensalida

Mientras sigue en acto el conflicto ruso-ucraniano, a principios de septiembre ppdo., China, Rusia y la India, participaron de las maniobras militares conjuntas, un evento que ha sido seguido con mucha atención por Washington y sus aliados, tanto en Occidente como de la Cuenca Indo-Pacífico, en particular, al haberse dado dos semanas después de los ejercicios navales en los que participaron Canadá, Australia, Corea del Sur y Japón, liderados por los EEUU..

Además de Rusia, China e India, participaron otros países, como Azerbaiyán, Argelia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Mongolia, Nicaragua, Siria y Tayikistán, pero obviamente, India, potencia nuclear y segundo país más poblado del mundo, es un actor de gran peso, no sólo en lo geopolítico sino también en lo geoeconómico, que por una parte mantiene sus alianzas con Washington y por otra, tiene sus litigios fronterizos con China, aunque la visión actual de Beijing es, solucionar los mismos, el acercamiento del Tigre y el Dragón, además para Nueva Delhi, es muy importante comprar a muy bajo precio el gas a Rusia, lo que se traduce también, en su posición de abstención ante cualquier sanción a Moscú en relación a la guerra en Ucrania, cuya invasión no fue condenada por el gobierno indio, y no olvidemos, tiene Acuerdos de Defensa firmados con Rusia desde hace tiempo, que dibujan el perfil de una alianza histórica.

Ahora bien, a principios del presente siglo y con la llegada a la Casa Blanca de la administración demócrata de Barak Obama, Washington fue acentuando su mirada y objetivos hacia el escenario Indo-Pacífico, reduciendo su presencia e intervenciones en Oriente Medio, lo que evidenciaba que en el orden internacional, el eje del poder se iba, y se está trasladando de Occidente hacia Oriente, y una declinación de ese Occidente, que antes de finalizar el siglo pasado, se vislumbraba a través de eventos más que simbólicos, la reintegración de Hong Kong a China por parte del Reino Unido en 1997, o en 1998 cuando Portugal reintegró a la India su última posesión colonial.

Y en un mundo, con aproximadamente 7.800 millones de habitantes, con proyecciones que estiman que para el 2050 podrían llegar a los 10.000 millones, la India hoy es el 2do. país más poblado, 1.100 millones y podría en las próximas décadas superar a China, quién si bien ha dejado de aplicar la política del “hijo único”, es posible y probable que no pueda impedir que India la supere, y a diferencia del criterio instrumentado por las grandes potencias durante el siglo pasado, el control de natalidad para asegurar incrementar el PBI per capita y reducir la pobreza, en el Siglo XXI, por lo contrario, el incremento de la población redunda positivamente en la base de la pirámide demográfica, con una población joven y activa, con capacidad no sólo laboral sino también para apuntalar y financiar la franja etaria de adultos mayores que ya no son una población productiva, es decir, al agrandarse el factor demográfico propicia un mayor mercado, y esto ya se está manifestando, pues el PBI de la India ya ha superado al de su ex potencia colonial, el Reino Unido y al de Francia, y para el 2030 podría hacer lo propio con el de Alemania y más adelante con el de Japón, lo que nos proyecta para el escenario 2050,  tres superpotencias, EE.UU., China  e India.

Desde el punto de vista geopolítico, la India es una potencia nuclear, tiene el tercer presupuesto militar a nivel global y recordemos que no es signataria del Tratado de No Proliferación Nuclear, y se estima que ha producido suficiente plutonio enriquecido para proveer hasta 2.600 armas nucleares, y si bien, no ha declarado oficialmente su arsenal nuclear, se estima que podría poseer entre 130 y 140 armas nucleares, con un programa nuclear que  se basa en el de China y que posibilita que puedan equiparse en misiles balísticos de corto y medio alcance.

En cuanto otras armas de destrucción masiva, en el 2009 el gobierno de Nueva Delhi informó a la ONU que no tenía centros ni laboratorios de armas químicas en función de haber firmado en 1992 la Convención sobre Armas Químicas, no obstante India tiene una industria química comercial de avanzada exportando al Reino Unido, EE.UU. y Taiwán.

En cuanto al campo de armas biológicas, India posee una excelente infraestructura en biotecnología, reconocidos científicos e instalaciones de producción farmacéutica de bio-contención de patógenos letales, sin embargo, no hay elementos para que se sospeche que este desarrollando un programa de armas biológicas ofensivas, más allá de ser signataria de la Convención de Armas Biológicas.

Pero más allá del Poder Duro que posee y puede exhibir la India, el Soft Power y el desarrollo tecnológico, tienen un rol fundamental en su crecimiento económico y su proyección geopolítica, y que ha dejado atrás hace mucho tiempo el No Alineamiento de Nehru, y ha cambiado a un Multialineamiento, y en ese marco su principal socio comercial es China, sin que esto le impida participar en el Foro Cuadrilateral de Seguridad, que lo integra con, EE.UU., Australia y Japón.

También, en esa visión de multialineación de Nueva Delhi, América Latina es un objetivo interesante que brinda oportunidades al intercambio de materias primas por bienes con alto valor agregado, como ser la industria automotriz y la tecnología informática, un sector éste, que desde hace dos décadas se destacan tres empresas, TCS, Infosys y Wipro, las cuales hasta la crisis financiera 2008/2009, crecían a un ritmo de 40% anual, luego sufrieron una desaceleración, pero que a partir del 2017 han vuelto ascender, en particular durante la pandemia del Covid 19, creciendo sus exportaciones de servicios de software, alcanzando en el último año fiscal su máximo histórico de u$s. 150.000 millones, equivalente al 5,6% de su PBI y las proyecciones al 2026 estiman que lleguen a los u$s. 350.000 millones, a lo que debemos agregar que en los últimos años la tercerización de empleados cualificados lo que se suman a firmas extranjeras, como IBM y Capgemini, que utilizan operarios, técnicos y profesionales indios, aproximadamente, unos 5 millones.

Por su parte, las mencionadas principales empresas tecnológicas indias, han duplicado sus valores bursátiles, llegando desde que se desató la pandemia a cotizar por cerca de u$s. 330.000 millones y ahora con dos nuevas empresas, Tech Mahindra y Cognizant, la cifra llegaría a los u$s. 400.000 millones, en síntesis, la tercerización y la exportación de servicios de software, son tan importante como su Hard Power, algo que ha caracterizado la administración del 1er. ministro Narendra Modi y su objetivo de tener una posición relevante entre los principales actores internacionales, y que ha dejado atrás las políticas titubeantes de épocas de Indira Gandhi y si continuar lo iniciado por Rajiv Gandhi.

De lo reseñado, surge que la India en la próxima década experimentará un crecimiento y desarrollo económico y financiero, que junto con su crecimiento demográfico y su importante Poder Militar, la situarán junto a los EE.UU. y China, como las tres grandes potencias globales, es decir, que dos de los máximos jugadores mundiales son a su vez, dos de los tres miembros más fuertes del bloque de los BRICS, una asociación comercial y económica intergubernamental, que en el presente tiene como objetivo fomentar el diálogo y la cooperación multilateral.

Ahora bien, es evidente, que el actual orden internacional, que se estructuró tras la 2da. G.M., y que tras la caída del imperio soviético y el consiguiente final de la Guerra Fría, se afianzó en un “orden liberal global”, en el Siglo XXI con el crecimiento y fortalecimiento de actores emergentes, está sacudiendo esos cimientos, y que la competencia en todos los campos entre los EE.UU. y China, es sólo la punta del iceberg de un posible y probable sistema internacional, estructurado en bloques o regionalismos, y en donde los BRICS son un espacio que está buscando su expansión.

En la actualidad, según el Informe del Banco Mundial 2020, los países que conforman los BRICS representan al 42% de la población mundial, el 25% del PBI mundial y el 18% del comercio global, y si bien, la mayor cohesión de este bloque se da en el campo económico, comercial y financiero, necesita una mayor institucionalización en los campos político y seguridad, que se podría lograr con la creación de una Secretaría General y un Consejo de Seguridad, objetivos en el que pueden coincidir sus tres miembros más poderosos, China, Rusia e India, pero que no es visible por ahora, en sus dos miembros menores, Brasil y Sudáfrica, que por el momento ven al bloque como la apropiada dimensión estratégica para participar activamente en la dinámica que se proyecta en este Siglo XXI, lo que no descarta que existe un significativo potencial de cooperación en materia de Seguridad, aunque por el momento no parece alentar la creación de una alianza similar a la OTAN, pues por el caso, Brasil, tradicionalmente no se ha mostrado inclinado a conformar alianzas militares, aún teniendo el status de socio global de la Alianza Atlántica, pero no se puede descartar la posibilidad de una cooperación militar dentro del bloque de los BRICS.

Sin embargo, no se puede desdeñar que Rusia, China e India, son tres potencias militares a nivel global con potencia nuclear, lo que los convierte en el más importante bloque militar detrás de la OTAN, sin olvidar el potencial señalado en materia de energía, comercio y tecnología, pudiendo constituir en un contrapeso de la Alianza Atlántica.

Con la expansión de los BRICS, con países que han solicitado su membresía, como el caso de nuestro país, Argentina, Túnez, Irán y la posible incorporación de Egipto, Turquía y Arabia Saudita, se abre una carrera por Recursos Estratégicos, en el que China e India buscan el control de suministros claves en la transición energética, por el caso el Litio, pero sin descuidar otros RR.NN., en especial alimentos y agua.

Finalizando la columna de hoy, mis conclusiones son, en el presente se está dando un reordenamiento geopolítico a nivel global, que el conflicto entre Rusia y Ucrania, sumada a la crisis de Taiwán y las dos Coreas, han agudizado un proceso que viene articulándose desde el final del siglo pasado, donde la constitución de un sistema internacional en bloques o regiones es una posibilidad cierta, y en el que los BRICS se está expandiendo no sólo por la irrupción de China como 2da. economía global, sino ahora también por una India cada vez más poderosa, sin embargo, pensar hoy en los BRICS como una alianza militar estratégica que desafíe a la OTAN, es prematuro, lo que no puede ser descartado a futuro, más allá que en el encuentro Biden – Xijinping, en Bali antes de ayer, ambos condenaron el uso de armas nucleares y no desean una Nueva Guerra Fría, es por eso que la frase final, que grafica la dinámica del Orden Mundial a través de los tiempos, es de Nicolás Maquiavelo, que dijo…”Un cambio siempre deja el camino abierto para el establecimiento de otros…”

Luis Fuensalida

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