Informe del FBI defenestra los argumentos del gobierno argentino sobre el avión venezolano iraní retenido en su suelo

El escandaloso caso del avión retenido, que repercutió en todo el mundo, no debe atribuirse a la falta de idoneidad, incuria o impericia de sus funcionarios. Las evidencias y el comportamiento del gobierno nacional, demuestran claramente que hubo complicidad y mendacidad en su proceder.

Los principales diarios argentinos publicaron hoy que El Buró Federal de Investigaciones, la principal agencia de investigación criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos, conocido por su sigla en inglés como FBI, aportó pruebas a la justicia federal argentina, que confirman que el piloto del avión venezolano de marras, es miembro de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. La información procedente de Whashington afirma que Gholamreza Ghasemi es un terrorista internacional y reveló las distintas operaciones que hizo su unidad bajo las órdenes de Teherán.

“La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) desea transmitir la siguiente información sobre la asociación de Gholamreza Ghasemi con los grupos terroristas designados, la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC-QF) y Hezbollah. Gholamreza Ghasemi es CEO y miembro del Consejo de Administración de Fars Air Qeshm. Además de su posición, Ghasemi también es piloto”, asegura un informe enviado desde Estados Unidos al juzgado federal de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena.

El dossier del FBI añade: “Fars Air Qeshm fue señalada por el Tesoro de los Estados Unidos en 2019 debido a su participación directa en la actividad terrorista y la asistencia que proporciona a la Fuerza Quds y a la aerolínea iraní Mahan Air, que han sido señaladas como entidades terroristas”.

Con esta información del FBI, el juez federal Villena, a cargo de la investigación, terminó de confirmar que Ghasemi es un terrorista que pertenece a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.

El piloto de la empresa venezolana Emtrasur, bajo el control absoluto de Nicolás Maduro, llegó a Buenos Aires en un Boeing modelo 747-300M, con matrícula YV3531. Ese avión partió desde Caracas, hizo escala en Querétaro (México), donde levantó la carga de autopartes, y aterrizó finalmente en Ezeiza el lunes 6 de junio.

Según publicaron en INFOBAE los periodistas Román Lejtman y Nicolás Pizzi, el FBI también remitió al juzgado federal de Lomas de Zamora otro informe de tres fojas -case file: BE -6135976- que describe las distintas operaciones ejecutadas por la Fuerza Quds -que integra la Guardia Revolucionaria de Irán- y cómo reaccionó los Estados Unidos frente a esa amenaza terrorista a nivel global.

“La Fuerza Quds ha tenido una larga historia apoyando la milicia de Hezbollah, paramilitares, y actividades terroristas, proveyendo liderazgo, financiamiento, armas, inteligencia, y soporte logístico. Las Fuerzas Quds operan un campo de entrenamiento para Hezbollah en el Valle de Bekaa en el Líbano y han reportado entrenamiento para más de 3.000 soldados en los cuarteles que tiene la Guardia Revolucionaria en Irán”, asegura el informe, ahora en poder de la justicia.

La Guardia Revolucionaria Iraní y la organización terrorista Hezbollah están acusados de volar la sede de la AMIA, el 18 de julio de 1994. Allí murieron 86 personas y fueron heridas más de 300.

El dossier del FBI agrega, además, los aportes económicos que hace el régimen de Teherán para apoyar las operaciones de Hezbollah contra Israel. “Las Fuerza Quds ha entregado entre 100 y 200 millones de dólares al año a Hezbollah y asistió a Hezbollah en su rearme violando la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, sostiene el informe del FBI agregado al expediente.

El informe del FBI remitido hace dos días al juzgado de Villena reitera que la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos -a través de la OFAC– impuso sanciones a la Guardia Revolucionaria por promover el terrorismo global y apoyar a diferentes organizaciones como Hezbollah.

Y completa la información con un párrafo final que termina de desnudar el complot urdido por Irán con la colaboración de la compañía venezolana Conviasa. “En octubre de 2011, OFAC sanciona a Mahan Air por proveer soporte financiero, material, o tecnológico a la Guardia Revolucionaria y a la Fuerza Quds. La aerolínea (Mahan Air) también ha transportado armas y personal para Hezbollah”.

Paraguay, a través de su ministro de Interior Federico González, confirmó que alertó a la Argentina y la región sobre el avión venezolano con tripulantes iraníes.

“Se alertó a los otros servicios de inteligencia de la región y consecuencia de eso es que Argentina y otros países tomaron medidas también”, dijo el funcionario en una entrevista que concedió a la televisión local.

Simultáneamente, el ministro González, informó a medios locales que fueron apartados dos funcionarios de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil de ese país, uno de ellos, el administrador del aeropuerto Guaraní de Ciudad del Este, en donde aterrizó la aeronave entre el 13 y 16 de mayo.

Con un comportamiento dispar al hermano país guaraní, después de transcurridos unos días, luego de un mutismo absoluto de parte del gobierno argentino, el Ejecutivo actual repitiendo la estrategia que utilizaron durante el mandato de la presidente Cristina Kirchner en el caso del fiscal Nisman, cuando en lugar de bregar por aclarar su asesinato, como haría todo inocente, obstruyeron el accionar de la justicia y mancillaron su nombre después de muerto.

En esta oportunidad, el gobierno negó enfáticamente no haber cumplido con los protocolos y evitó investigar minuciosamente el escándalo y evaluar las responsabilidades que le corresponderían a los funcionarios de los distintos organismos de control, que sugestivamente están todos bajo la férula de la Cámpora, que lidera Máximo Kirchner.

Acorralado por el escándalo del avión, y su repercusión internacional,  comenzó el despliegue defensivo de funcionarios gubernamentales.

“A veces la novela periodística pasa los límites de lo razonable”, comentó esta semana la portavoz Gabriela Cerruti cuando se le preguntó sobre el avión venezolano-iraní. El presidente Alberto Fernández -quien recién hizo referencia al tema después de cuatro días de inadmisible mutismo- agregó ayer que el tema había sido agrandado por la oposición: “Quisieron mostrar algo que no es, alguna cosa o movimiento oscuro del Gobierno, pero actuamos rápidamente. La oposición trató de aprovecharlo para vincularlo con hechos tan dolorosos como el atentado a la AMIA, dijo en declaraciones a Radio 10.

En tanto, el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, el mismo que vituperó al asesinado fiscal Nisman, terminó hablando de un “homónimo”. “Respecto de las personas hay una particular indicación respecto de Gholamreza Ghasemi, que es uno de los tripulantes y que tiene un nombre, un homónimo con participación en los Quds, en las fuerzas revolucionarias iraníes, nada más que la condición de homónimo, no otra cosa”, aseguró en alguna de sus intervenciones mediáticas.

Por su parte el flamante director de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, arriesgó la pueril teoría que los iraníes eran instructores de vuelo que estaban entrenando a los venezolanos.

Ese dislate fue usufructuado por los tripulantes del avión que aún no habían declarado y les sirvió de argumento y coartada.

Sobre su análisis respecto a la numerosa tripulación, Rossi destacó que “para ser comandante de un avión como ese hay que acreditar 200 horas de vuelo. El avión fue entregado por Irán a Venezuela en febrero de este año. Por más que se tengan simuladores, se completa el adiestramiento volando el avión. Mi presunción se va confirmando, lo dicen los venezolanos y los iraníes. No tengo dudas de que la cantidad de la tripulación tiene que ver con eso”. En esa línea, aseguró que no cuenta con ningún elemento que permita sacar la conclusión de posibles tareas vinculadas a servicios de inteligencias extranjeros, “parece tirada de los pelos, pero obviamente seguimos todos los análisis que hay que seguir”.

En la defensa corporativa del gobierno, se unieron el diputado nacional Leopoldo Moreau quien apuntó contra el rol de la oposición en relación al avión venezolano retenido en Ezeiza y dijo que estamos “frente a una oposición absolutamente irresponsable», a la vez que reivindicó la actuación del Gobierno en este caso al afirmar que “se tomaron todas las medidas que había que tomar”.

“Estamos en manos de una oposición absolutamente irresponsable, pero que además viene usando el lawfare”, repitió Moreau al hablar este viernes por radio 10.

Es menester recordar que en 2015 el histórico dirigente Leopoldo Moreau fue expulsado de la Unión Cívica Radical, según decidió el Tribunal de Ética del partido centenario, «por su manifiesta inconducta ética y moral, respecto de las normas y disposiciones de orden político dictado por sus órganos máximos”.

Otro personaje siniestro Luis D’Elía, el antisemita mercenario financiado por la República Islámica de Irán, que estuvo un tiempo preso en el marco de la investigación por el presunto encubrimiento del ataque a la mutual judía AMIA y por el copamiento a una comisaría, dijo que el asunto del avión fue una operación del Mossad para atacar al presidente Fernández.

Hay un silencio que aturde, el oxímoron está destinado a la vicepresidente Cristina Kirchner, quien detenta el poder en Argentina que aún no se ha expresado y maneja como una marioneta al presidente Fernández.

Sus vínculos e intereses con Venezuela son de larga data, comenzaron con el dictador Hugo Chávez y anhelaba y logró mantenerlos con su sucesor y grotesco remedo Nicolás Maduro.

Preocupa sobremanera la relación estrecha con Venezuela un país sindicado como Narco Estado, a la sazón aliado incondicional de la República Islámica de Irán, que sigue amenazando con eliminar a Israel del mapa y arma y financia a grupos terroristas como Al Quds (Jerusalén en farsi y árabe), en el país persa y Hezbollah en Líbano.