Encarnación Ezcurra junto a Hugo Caligaris, escribieron la historia del mito viviente que todo periodista quiere conocer. Dialogaron con el durante muchos martes durante más de un año, revisaron sus archivos, realizaron otras 30 entrevistas, y quien fue secretario general de La Nación no puso condiciones ni preguntó que escribirían. Saldrá el 3 de marzo.
Por Silvia Mercado
Debe haber pocos argentinos vivos tan interesantes para explorar en una biografía como José Claudio Escribano. Periodista de una precisión de otros tiempos, feliz poseedor de una memoria inconmovible, agudo y sagaz (a veces hasta la soberbia), quien fuera desde 1981 hasta 2005 subdirector de La Nación, conoce como pocos los intersticios del poder. Hoy tiene 83 años y su juicio es siempre esperado por las jóvenes generaciones del diario que sigue corriendo por sus venas, aunque como miembro del directorio está muy lejos del día a día.
Qué periodista argentino no tiene una anécdota con José Claudio? La mía es inolvidable. Quise entrevistarlo para mi libro sobre Raúl Alejandro Juan Apold, el “inventor del peronismo”. Le escribí por email y me contestó enseguida, pero me tomó un exámen. Cuándo había nacido el responsable de la comunicación de los dos primeros gobiernos de Perón, cuándo había muerto, con quién estaba casado?. Cuando se dio cuenta que yo sabía más que él (como tenía que ser, porque la biografía la estaba escribiendo yo), aceptó la entrevista. Periodista al fin, también lo movía la curiosidad.
Escribano ingresó al periodismo a los 18 años, cuando Perón y Apold ya estaban fuera del poder, pero obviamente recordaba infinita cantidad de anécdotas. Todas las fue reflejando en ese libro mío, y también en el siguiente, “El Relato Peronista”.
Pero Claudio es mucho más que una memoria viviente. Fue presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) en cuatro períodos, representó a La Nación ante la SIP entre 1979 y 1995, es miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo, de la cual fue presidente durante seis períodos. Y, más que nada, es una manera de ejercer el periodismo, incluso de conducir una tropa de buscadores de noticias cuando no había Internet ni mucho menos redes sociales, es -en definitiva- una visión del mundo que está en las antípodas del populismo.
Como verdadero mito viviente que influyó en la vida de tantos periodistas, lo extraño no es que se escriba una biografía sobre él, sino que él mismo haya aceptado hablar para sus biógrafos, dos ex periodistas de La Nación, Hugo Caligaris y Encarnación Ezcurra, que ya hace varios años dejaron la redacción.
“De eso se trata esta biografía, del hombre que a los veinticuatro años se convirtió en el jefe de la sección Política, del columnista de opinión de un poderoso medio de comunicación en los años más dramáticos de la Argentina, el cuasi eterno jefe de una redacción influyente y determinante, enfrentado con muchos, entre otros, con Néstor Kirchner. Un relato del poder, del periodismo y de la historia argentina”, dice la editorial en la promoción de la obra.
En diálogo con RadioJai, Ezcurra contó que “la idea fue mía, pero como Hugo -que había sido mi jefe en La Nación- aceptó sumarse, nos pusimos a trabajar juntos y así fue como Escribano aceptó la propuesta de hablar con nosotros con este propósito, oferta que recibió de varios antes, cosa que nosotros ya sabíamos”. La periodista, hija del fotógrafo Ignacio Ezcurra, quien desapareció en la guerra de Vietnam, aseguró que “jamás nos puso ninguna condición, ni quiso saber jamás de que estábamos escribiendo, absolutamente nada”. “Ni siquiera cuando nos dio el total de su archivo personal, más de cuarenta carpetas que él no abrió, las sacó de una baulera, las bajó, nos las dio y no quiso saber ni que había, porque son carpetas que no había vuelto a ver”, agregó.
Encarnación recordó que, cuando les devolvieron las carpetas, “dijo ‘ahora me conocen más que yo’, porque había correspondencia personal y de trabajo, de todo tipo”. Y comentó algo más: “nunca preguntó nada, no quiso saber nada, ni siquiera cuando le dijimos que iba a salir el libro, ahora, el 3 de marzo. Solo nos felicitó por la proeza de haber llegado hasta acá, solo nos pidió que no cometiéramos errores en la redacción del material”. “Hasta en ese momento actuó bajo su obsesión, dándonos una lección de periodismo, porque con sus luces y sombras personales, Claudio es un periodista”, concluyó Ezcurra.
Reproducción autorizada por Radio Jai citando la fuente.
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