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La lucha selectiva de Alemania contra el antisemitismo

El Gobierno alemán anunció recientemente que tomaría medidas enérgicas contra la libertad de expresión, y la ministra de Justicia, Christine Lambrecht, afirmó que el Gobierno está “enfrentándose al extremismo y al antisemitismo de la derecha por todos los medios amparados por el Estado de derecho”. El Gobierno presentó un paquete de medidas, entre ellas algunas que limitarán la libertad de expresión.

Según el medio alemán Deutsche Welle “Los proveedores de servicios en línea, como Facebook, YouTube y Twitter, estarán obligados a denunciar los discursos de odio a las autoridades alemanas, y también transmitir la dirección IP del usuario señalado. Hasta ahora, a esos gigantes de las redes sociales sólo se les había exigido borrar los discursos de odio dentro de un periodo determinado.”

La polémica ley de censura alemana, conocida como NetzDG, que entró en vigor en octubre de 2017, exige a las redes sociales que borren o bloqueen cualquier “delito penal” en internet como el libelo, la calumnia, la difamación o la incitación en un plazo de 24 horas tras la recepción de una queja de un usuario. Las empresas de las redes sociales cuentan con siete días para los casos más complicados.

Si no lo hacen, el Gobierno alemán puede multarlas con hasta 50 millones de euros por incumplimiento.

Lambrecht, al anunciar el paquete de medidas, se refirió al ataque contra la sinagoga de Halle, donde un alemán, Stefan Balliet, intentó entrar y matar a los judíos allí, pero falló. Después asesinó a dos personas en otros lugares. Balliet admitió que las creencias antisemitas y de extrema derecha le llevaron a perpetrar el ataque. Se cree que buscó inspiración para el atentado en internet. “A qué conducen la desinhibición y la liberación del odio en la red quedó demostrado de nuevo en el terrible atentado contra la comunidad judía de Halle” dijo Lambert.

Según Die Welt, el nuevo paquete asegurará que, “prosigan y se desarrollen nuevos enfoques para prevenir el extremismo de derechas”. En concreto, los programas para promover la democracia y prevenir el extremismo (…) así como medidas de educación política”. Además, según Die Welt, “Se va a intensificar el trabajo de protección constitucional contra el extremismo de derechas” y se van a tomar medidas para que las “autoridades y el poder judicial estén equipados correctamente para combatir el crimen por motivos políticos de la derecha, según sea necesario”.

Sin embargo, la nueva iniciativa del Gobierno parece estar dirigida sólo contra el antisemitismo cometido por los extremistas de derechas. Por ejemplo, parece ignorar los actos antisemitas perpetrados por los extremistas islamistas, una omisión peculiar, considerando los resultados de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE (ADF): “Segunda encuesta sobre la discriminación y los delitos de odio contra los judíos en la UE”, publicado en diciembre de 2018. Según la encuesta:

Con respecto al incidente más grave de acoso antisemita, en los 12 países miembros encuestados, de media, las categorías más mencionadas para los perpetradores fueron: “alguien que no puedo describir” (31%); “alguien con un punto de vista musulmán extremista” (30%); “alguien con un punto de vista de izquierdas” (21%); “compañero de trabajo o colegio/universidad” (16%); “adolescente o grupo de adolescentes” (15%); “un conocido o amigo” (15%); “alguien con un punto de vista de derechas” (13%).

Alemania figuraba entre los 12 Estados miembros encuestados.

Anteriormente, en noviembre de 2018, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE publicó un informe, “Antisemitismo: resumen de los datos disponibles en la Unión Europea 2007-2017” , que citaba a la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia por afirmar que en 2017:

Los principales autores de los incidentes antisemitas son “islamistas” y jóvenes musulmanes radicalizados, entre ellos escolares menores, así como neonazis y simpatizantes de la extrema derecha y, en algunos casos, grupos de extrema izquierda.

Tal vez más importante, el Bundesamt für Verfassungsschutz (BfV) —el servicio de inteligencia nacional de Alemania— publicó un informe en junio de 2019: “El antisemitismo en el islamismo”. El objetivo del informe era “aumentar la conciencia pública sobre el antisemitismo islamista”.

Con el fin de tener una idea sobre el alcance y las manifestaciones de propaganda y actos antisemitas en el entorno islamista de Alemania, desde finales de 2015 el BfV ha estado llevando un registro (…) de los sucesos antisemitas de los que se sospechaba un trasfondo islamista (…).

Este registro demuestra que los sucesos antisemitas con un trasfondo islamista no son infrecuentes en Alemania. Sólo durante el periodo de enero a diciembre de 2017, se registraron más de 100 incidentes, desde sermones antisionistas y pintadas antisemitas a ataques verbales y físicos contra personas. Probablemente, esto sea sólo la proverbial “punta del iceberg”.

Hasta ahora, los sucesos violentos se han registrado sólo de forma limitada. Sin embargo, incluso los casos individuales dejan claro que la radicalización ideológica de las personas y la incitación al odio y la violencia a través de las ideas antisemitas proveen el caldo de cultivo para las escaladas violentas.

También es digno de mención que numerosos incidentes han sido causados por personas de las que, hasta ahora, no existían pruebas sobre su relación con el islamismo organizado. Por ejemplo, en abril de 2016, dos hombres árabes se dirigieron a una mujer en Berlín porque llevaba un colgante con la forma de la tierra de Israel. Los dos hombres la insultaron con las palabras: “¡Judíos de mierda! Sois la escoria del mundo”. En diciembre de 2017, un alumno árabe atacó a un estudiante de instituto judío en Berlín con las palabras: “¡Sois asesinos de niños; habría que cortaros la cabeza!”. También en diciembre de 2017, dos desconocidos atacaron una sinagoga en Renania del Norte-Westfalia e insultaron al personal de allí con las palabras: “¡Al Quds nos pertenece! ¡Idos de aquí, hijos de puta!”.

Esos sucesos indican que las ideas antisemitas difundidas por los islamistas se encuentran cada vez más en grupos sociales musulmanes ajenos a las organizaciones islamistas. Queda por ver si éste es un fenómeno permanente, o tal vez una tendencia sostenida.

Sin embargo, al margen de la perspectiva, debe tenerse en cuenta que las ideas antisemitas difundidas por las organizaciones e individuos islamistas ya presentan un considerable desafío a la convivencia pacífica y tolerante en Alemania hoy.

La pregunta, entonces, es: ¿por qué el antisemitismo yihadista no parece estar incluido en el paquete de iniciativas del Gobierno alemán para combatir el antisemitismo?

Especialmente porque, en abril de 2018, según Die Welt, la canciller Angela Merkel admitió en una entrevista:

“Ahora también tenemos nuevos fenómenos, por los cuales tenemos refugiados o personas de origen árabe que traen otra forma de antisemitismo al país”.

Además, las autoridades alemanas no siempre parecen tomarse en serio el antisemitismo islamista, incluso cuando obviamente tiene un potencial mortal. El 4 de octubre, un sirio armado con un cuchillo intentó entrar en una sinagoga de Berlín gritando “Alá Akbar” y “Puto Israel”. Según el periódico regional Neues Deutschland, la policía mantuvo en custodia al hombre en un hospital psiquiátrico porque no había “sospecha inmediata de un crimen, sólo la sospecha inicial de intrusión”. Además, “no había indicios de la posible radicalización del hombre”. La policía lo puso en libertad al día siguiente, a pesar de que había sido “sorprendido in fraganti” por los guardias de la sinagoga.

Sin embargo, el frustrado ataque con cuchillo, sí hizo que el Gobierno municipal de Berlín anunciara un aumento de la presencia policial delante de las instituciones judías. No obstante, ¿cuál es el sentido de aumentar la presencia policial, cuando los posibles agresores son inmediatamente puestos en libertad y sólo se considera una “sospecha de intrusión”?

El Consejo Central de los Judíos de Alemania criticó la puesta en libertad del hombre. “La rápida puesta en libertad del agresor es incomprensible”, dijo el presidente, Josef Schuster, que añadió que la oficina del fiscal había “manejado con negligencia el intento de atacar una sinagoga”.

Las valoraciones de los servicios de inteligencia alemanes, que se encuentran en el “Informe Anual de 2018 sobre la Protección de la Constitución” , confirman la magnitud de la amenaza yihadista, no sólo contra los judíos alemanes, sino contra todos los alemanes:

Considerando nada más que las cifras puras y duras, se puede decir que los adeptos al extremismo islamista aumentaron ligeramente hasta un total de 26.560 personas en 2018 (25.810 en 2017). Aunque no se ha producido ningún atentado de corte extremista islamista en Alemania en 2018, la detección de una serie de planes de ataque en varias etapas de preparación ha demostrado que no hay motivo para declarar el fin de la alerta. La situación de amenaza en Alemania sigue siendo tensa; se ha estabilizado en un nivel alto (…) Alemania sigue siendo un objetivo de organizaciones yihadistas como ISIL o Al Qaeda. En consecuencia, Alemania, y los intereses alemanes en varias regiones del mundo, se enfrentan a una amenaza constantemente grave, que puede manifestarse en cualquier momento en ataques terroristas motivados por el yihadismo.

Dado el escenario de amenaza oficial, el Gobierno alemán debe a todos sus ciudadanos una explicación de por qué es tan “selectivo” en su respuesta al antisemitismo.

Fuente: Gatestone

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