Miles de personas asistieron al funeral del joven asesinado

El cuerpo de Dvir Sorek fue encontrado el jueves por la mañana con heridas de arma blanca fuera del asentamiento de Migdal Oz, donde estudió en un seminario como parte de un programa que combina estudios religiosos y servicio militar. Fue visto por última vez el miércoles saliendo de Migdal Oz a Jerusalém para comprar un libro para un maestro.

“Querido Dvir, en unos días se suponía que íbamos a celebrar tu cumpleaños número 19”, dijo Yoav Sorek, el padre de Dvir, en el funeral en el asentamiento de Ofra. “Pienso en estos 19 años y no puedo evitar sonreír porque tu memoria me recuerda a un rostro brillante, pensamiento positivo, inocencia y amor por la humanidad”.

Yoav Sorek describió a su hijo como un “regalo” que su familia tuvo el privilegio de disfrutar durante casi 19 años y dijo que su asesinato de ninguna manera manchó su “inocencia”.

“Un regalo que difunde luz y bondad dentro de la familia y fuera de ella. Sin pretensiones y sin cinismo. Por este regalo he dicho y diré nuevamente: Dios da y Dios quita”, dijo.

“Los malvados amantes de la muerte te quitaron la vida, mi Dvir, pero no dañaron tu inocencia, luz y amor. Nos dejaste puros e intentaremos generar luz y bondad, fortalecer a nuestra familia a pesar del dolor y elegir la vida “, agregó Yoav Sorek.

Cuando comenzó el funeral, los asistentes cantaron canciones en honor de Sorek.

Después del funeral, los manifestantes se reunieron en varios cruces de Cisjordania. Las fuerzas de seguridad detuvieron y arrestaron a varios de los manifestantes después de que bloquearon las carreteras, causaron otros disturbios y se pelearon con la policía.

Anteriormente, Yoav Sorek dijo que aquellos que no tuvieron la oportunidad de conocer a su hijo “se perdieron”, mientras que los maestros de Dvir lo recordaron por tener un “corazón de oro”.

“Fue encontrado agarrando los libros que había comprado”, dijo el rabino Shlomo Wilk, director del seminario de Migdal Oz, Machanayim.

Sorek también fue llorado por el autor y activista de izquierda David Grossman, uno de cuyos libros llevaba cuando lo mataron.

El abuelo de Sorek, el rabino Binyamin Herling, educador y sobreviviente del Holocausto, también murió en un ataque terrorista en Cisjordania en octubre de 2000.