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Buscando respuestas

Por Luis Fuensalida

El conflicto entre el Estado de Israel y la organización terrorista palestina Hamas, sin olvidar la reapertura de acciones bélicas, de menor escala en la frontera con el Líbano, con Hezbollah, ya lleva más de dos semanas, lo que nos mueve a hacernos preguntas, planteos y buscar respuestas, pero antes de desarrollar este trabajo introspectivo, hay algo que me parece interesante señalar, en la diáspora judía la manifestación más reiterada es, “que la paz llegue pronto”, por el contrario, en Israel la expresión es, “cueste lo que cueste, basta de Hamas”, y esta diferencia nos muestra la angustia existencial en primera persona, la del israelí, y el anhelo idealista en tercera persona, la de la diáspora.

Dicho esto, veamos algunas preguntas que nos planteamos, ¿es hoy Israel más vulnerable que ayer?, en principio, entendiendo a la Seguridad, como el estado exento de riesgos, esa situación es sólo una meta que difícilmente es alcanzable, pues la seguridad total, no existe como realidad, más allá de contar con sistemas de alta tecnología o un gran poder duro, y si no recordemos el 9/11 que conmovió a los EE.UU. y al mundo, sin olvidar que el Medio Oriente ha cambiado, al menos desde comienzos del presente siglo. Actores como la República Islámica de Irán, ha acrecentado su influencia regional, en línea con su visión hegemónica, como también su poder militar, y ha sabido instrumentar y valerse de organizaciones y grupos terroristas islamistas radicales, Hezbollah, Hamas, Yihad Islámica y los Hutíes, y cooptado a Siria, tras su sangrienta guerra civil, y a Irak en el presente, todo lo cual ha favorecido a la conformación de la llamada “media luna chiita”, que se extiende desde el golfo de Ormuz al Mediterráneo.

A esto, se suma la desacertada estrategia implementada por la administración demócrata de Barak Obama, en cuanto a la disminución de la presencia militar estadounidense en Oriente Medio, y una sobre estimación de la supuesta corriente de democratización, con la “Primavera Árabe”, sin tener en cuenta, que en la mayoría de los países donde se produjo tal proceso, padecen de una ausencia histórica de lo que es democracia, un mundo árabe que  se reparte entre, Monarquías Tribales y Repúblicas Hereditarias, y por supuesto, esto también favoreció la aparición de ese protoestado yihadista y criminal, el Daesh, Isis o Estado Islámico, que a su vez, dio lugar a que otros actores incrementaran su presencia o influencia en la región, es el caso de Rusia en Siria, que ha logrado obtener una base naval en Tartus, Latakia, y otra para su fuerza aérea al norte de Alepo, y Turquía por su lado, explotó a su favor el mercado negro del petróleo, proveniente de los yacimientos que en su momento estuvieron bajo control de ISIS,  sumado a que bajo el pretexto de su lucha contra la insurgencia kurda, tiene al presente, una mayor presencia en el norte de Siria.

Es evidente, que es un Medio Oriente muy diferente al del siglo pasado, en el que el poder duro de Israel era prácticamente indiscutible, hoy no es así, y tampoco lo es Israel, que desde finales de la década de los año 90, no ha conseguido materializar la fórmula “dos pueblos, dos Estados”, y no sólo por culpa de la parte palestina, sino también por errores propios, el avance de los partidos políticos ultra ortodoxo y ultranacionalista, no ayudan a la búsqueda de una salida negociada de la cuestión palestina, muy por el contrario incentivan a los sectores más radicales e intransigentes de ambas partes, que sumado a los egos políticos, llevaron a la sociedad israelí a una grave crisis, tanto social como institucional, no vista antes.

Por último, el aparato de inteligencia israelí, uno de los mejores del mundo falló, una comunidad conformada por el Shin Bet o Shabak, el Mossad y la Aman, el primero para el ámbito interior, el segundo para el exterior y el tercero en el ámbito de las FDI, a veces no coordinan correctamente sus actividades, algo que ha pasado, como fue la subestimación del informe que el Mossad, basado en la declaración del doble agente egipcio, Ashraf Marwan, que alertaba de una inminente ataque de Siria y Egipto, que se correspondía con los informes de los agentes israelíes en Damasco y en el Cairo, sobre la retirada del personal soviético, sin embargo, la Aman, a cargo en eso entonces del Gral. Eli Zeira, enemistado con el director del Mossad, Zvi Zamir, no valoró correctamente la información, que se tradujo en la dramática sorpresa del 6 de octubre de 1973, que dio inicio a la guerra de Yom Kippur, sumado a que para entonces, Washington bajo la administración de Richard Nixon, le había advertido a la 1er. Ministra Golda Meir, que no apoyaría a Israel si asumía el rol de agresor en una nueva guerra israelí-árabe, obviamente al finalizar el conflicto se llevó a cabo una exhaustiva investigación y los tribunales encontraron al Gral. Eli Zeira culpable, y políticamente conllevó a la renuncia de Meir, y si bien hoy, hay que presentar un frente unido para afrontar el conflicto, seguramente cuando este finalice, algunas cabezas rodarán.

Y antes de pasar a otra pregunta, hay declaraciones de militares de la reserva e incluso, artículos en medios israelíes del año pasado, que señalan que con la excepción de la fuerzas especiales, el ejército de tierra, en especial, el cuerpo de blindados, no están preparados para una guerra a mediana o alta escala, y es una situación que se viene dando desde el 2006, con la última confrontación con Hezbollah, ni siquiera tras el 2014 con el Hamas en Gaza, y en particular, en las unidades blindadas ha habido recortes, tanto presupuestario como de material, y las críticas apuntan tanto a los altos mandos militares, que han tomado un mayor protagonismo en detrimento de la doctrina militar israelí tradicional, que la caracterizaba por la iniciativa propia de los jefes de unidades acorde a la situaciones particulares que tienen que afrontar, y también a la dirigencia política, permeable a las presiones sociales ante la posibilidad de altos números de bajas, sin embargo, tras lo sucedido el pasado 7 de octubre, tal como se señaló al comienzo, la sociedad israelí está decidida a terminar con la amenaza de Hamas, todo lo cual me recuerda el axioma que dice, reconoce tus propias debilidades, para fortalecerte y vencer.

La siguiente pregunta es en relación a ¿cómo procesan los países árabes el actual conflicto?, y tal como se señaló precedentemente, el Mundo Árabe, está conformado por dos tipos de Estados, monarquías tribales, como las del Golfo o Marruecos, pues sus monarcas son jeques o emires pertenecen a la tribu árabe dominante en cada uno de ellos, y que es aceptado su liderazgo en función de la Sunna, que se puede traducir como, el camino, la costumbre, de ahí deriva Sunnita, la rama mayoritaria del Islam, que en reconocen el liderazgo político-religioso por elección tribal, en contrario de la rama chiita, que lo concibe por aplicación del derecho hereditario de Alí, yerno y sucesor de Mahoma, pero al margen de esto, y volviendo a la actualidad, tenemos por otro lado las Repúblicas Hereditarias, y no es un error, es la realidad de países como Siria, con los Al Assad, o lo hubiera sido en Libia con los Khadafi, el poder es clánico, o en como en el caso de Egipto, que descansa en sus FF.AA., como lo demuestra la historia, de Nasser a Saddat, de éste Mubarak, y tras la interrupción de Mohammad Morsi, de la Hermandad Musulmana, cuyo programa de gobierno no fue aceptado ni por la cúpula militar ni empresarial, fue destituido por un golpe militar, accediendo el Gral. Abdel Fatah Al Sisi, y sirva esta explicación para entender un poco el mundo árabe, donde una cosa son los intereses y necesidades de las elites gobernantes, y otra es la llamada calle árabe, donde las consignas radicales y yihadistas tienen terreno fértil, y se traduce en manifestaciones y reclamos populares, que en algunos casos son firmemente reprimidos, pero en otros casos, como sucedió en el 2011 en Túnez, tras 23 años en el poder, fue derrocado Ben Alí, y entonces, las elites actúan en consecuencia, más cuando se trata de una problemática dentro de ese mundo árabe, como lo sigue siendo la cuestión palestina, para las masas populares, y esto se ha visto en la parálisis de toda conversación, en relación a un Acuerdo de Normalización de Relaciones entre Israel y Arabia Saudita, aún teniendo el mismo enemigo en común, Irán y su proyecto hegemónico, incluso, asumir posiciones más neutras en el caso de países árabes que forman parte de los Acuerdos de Abraham, conclusión, el actual conflicto afectó la dinámica de la Estrategia de Periferia, que desde el 2020 venía desarrollando exitosamente Israel.

Otro interrogante es, ¿cómo repercute el conflicto en Occidente y en particular en Latinoamérica?, si vemos a los EE.UU., la actual guerra le ha creado un nuevo frente, ya tenía el abierto en Ucrania, sin olvidar las recurrentes tensiones por Taiwán y con Corea del Norte, lo cual debe redoblar el gasto militar y afecta su capacidad de reacción a nivel global, a tal punto que ha retirado a personal diplomático de Irak, ante los recientes ataques que han sufrido sus tropas en ese país, incluso el retiro del personal mencionado, también se ha extendido al Líbano, más allá del envío de una task force al Mediterráneo Oriental, y sin olvidar, los temores de Washington, la FED y Wall Street, que de escalar el conflicto en Medio Oriente, pueda decantar en una nueva crisis energética, y un aumento considerable del precio del crudo y de la inflación a nivel global, y esto a las puertas de un año electoral.

En cuanto a Europa, es víctima de sí misma, con una agenda dictada desde Bruselas, caracterizada por el “progresismo”, que le ha quitado autonomía estratégica y condicionado su seguridad, una Europa, donde entre sus principales actores, Reino Unido, Bélgica, Francia, Holanda y España, poseen comunidades musulmanas en franco crecimiento demográfico e incluso en influencia política, en las cuales existen grupos, bolsones, islotes sociales, donde la prédica islamista radical yihadista a prendido fuertemente, por el caso, en Gran Bretaña hay 6,6 millones de musulmanes, existen 3.000 mezquitas, han constituido 50 consejos de la Sharía y en 130 barrios impera la ley islámica, Francia por su parte tiene más de 7 millones musulmanes y en ciudades como Marsella, representa el 40% de su población, España tiene más de 2 millones y en Bélgica, pese a tener menos musulmanes, en su capital, Bruselas, el barrio de Molenbeek, prácticamente no ingresan personas que no sean de la religión del Profeta, y en todos los ejemplos, se produjeron los atentados más sangrientos, y en el presente, ya se han repetido ataques yihadistas con víctimas mortales, todo lo cual me recuerda a la escritora italiana Oriana Falacci, al rebautizar al viejo continente como Eurabia.

Por su parte, Latinoamérica, tal como la describió en un informe el Real Instituto Elcano de España, el subcontinente no es un todo homogéneo, es una idea equivocada, tanto en lo político, económico y social, incluso en las influencias y problemáticas culturales, y en el presente hay gobiernos latinoamericanos que se alinean con el eje occidental, liderado por los EE.UU. y Europa, y otros que lo hacen con el eje China-Rusia, como lo son Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y ahora también Colombia, con la ambivalencia de Méjico o el pragmatismo de Brasil, y con la difícil situación del Chile de hoy, que posee la comunidad palestina más grande, a nivel global, fuera de Oriente Medio, y una Argentina, que se muestra dubitativa, entre condenar el salvaje ataque de Hamas el pasado 7 del actual, pero no declarando a la organización palestina como terrorista, que  arrastra dos atentados, el de la embajada de Israel en 1992 y el de la sede de la AMIA en 1994, y el nefasto Memorando de Entendimiento con Irán, en un país que posee la mayor comunidad judía en Latinoamérica, sin olvidar el acercamiento del actual gobierno al eje China-Rusia, todo lo cual muestra, que efectivamente América Latina asume posturas encontradas en relación al actual conflicto entre Israel y Hamas.

Finalizando la columna de hoy, hay más preguntas por responder, ¿ los intereses y/o complicidades de los grandes medios de comunicación?, ¿la cuestión de los rehenes, se debe negociar o no con el terrorismo?¿porqué dentro del mismo Mundo Musulmán, no se combate el Islamismo Radical Yihadista?, quizás estos interrogantes sean necesarios responder en la próxima columna, mientras y a modo de frase final, recuerdo el lema de Unidad Duvdevan de las FDI, “Porque con sabio consejo harás la guerra y encontraras seguridad”.-

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