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“Detrás de Hamás, detrás de Hezbollah, en última instancia, está Irán” – Mariano Caucino

Mariano Caucino, especialista en política internacional, quien fuera embajador de la Argentina en Israel, brindó para Radio Jai un profundo análisis sobre lo que está aconteciendo a nivel geopolítico mundial en torno al ataque terrorista de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre.

Caucino aformó que , efectivamente este ataque terrorista  ha tenido una envergadura superior a la de todos los ataques previos que se venían desarrollando casi permanentemente desde la Franja de Gaza, tanto por parte de Hamas como por parte de la Yihad Islámica, pero de una envergadura incomparable, de modo tal que esto ha provocado por un lado la sorpresa en la población y en el gobierno de Israel, lo que desgraciadamente va a generar o ya habrá generado un trauma muy importante para esa sociedad que en última instancia descansa sobre la idea de que cuenta con el aparato de seguridad y de inteligencia más sofisticado del mundo.

Caucino señaló que estas circunstancias dificultan los caminos de entendimiento y que, tal vez, están hechos precisamente para dinamitar esas posibilidades, y que, quienes adoptan este tipo de comportamientos tan extremos buscan sembrar el terror y destruir todas las posibilidades de paz, y que, en realidad es altamente probable que Hamás haya actuado por sí mismo, pero también direccionado o estimulado al menos por Irán, del que no hay ninguna duda de que  está detrás de estos acontecimientos, en el sentido de procurar detener el reconocimiento de gran parte de los actores de Medio Oriente sobre el derecho de la existencia del Estado de Israel y de buscar una fórmula de paz con Israel, tal como han hecho gran parte de los países árabes sunitas moderados, los que en los hechos tienen una política exterior con un cierto paralelismo con el de Israel, en el sentido de ver a Irán como una fuente de amenaza a la paz y a la seguridad en esa región del mundo.

Se refiere Caucino al acuerdo que Israel logró con Egipto, después de Camp David en 1978, con Jordania durante la administración Clinton y con Emiratos, con Sudan, con Bahréin y con Marruecos durante la administración Trump.

Justamente en estos momentos Israel y Arabia Saudita están negociando acuerdos y un reconocimiento por parte del reino saudí de la existencia del Estado de Israel. Sostiene el exembajador que eso indudablemente significa como mínimo, un menoscabo contra los intereses estratégicos de la República Islámica de Irán.

Sobre lo que ocurre a nivel global, respecto de los diferentes actores como Rusia que continúa bombardeando Ucrania, o China  tomando posición por Palestina, e Irán, por supuesto, explica Caucino que,  todos estos episodios se desenvuelven en el marco de un deterioro de lo que se podría decir una suerte de descenso drástico de la política mundial, en el sentido de que las relaciones entre las grandes potencias se han venido deteriorando progresivamente hasta llegar a un punto en el cual, hay  prácticamente una falta de entendimiento casi total entre los Estados Unidos y la República Popular China, y entre los Estados Unidos y la Federación Rusa; y que, en ese sentido, el sistema internacional tiene las características de presentar una serie de conflictos sucesivos que se han venido proyectando en Europa del Este, en el caso de Ucrania, en el Cáucaso, la crisis en la región de Nagorno Karabaj; y ahora un resurgimiento del conflicto palestino.

No cree el especialista que este escenario pueda ser el de estar frente a una Tercera Guerra Mundial. Reitera y subraya que hay un descenso en las relaciones entre las potencias y una falta de entendimiento mínimo sobre cómo debe funcionar el sistema internacional, con el problema que el orden global que existe en este momento, que es el derivado del fin de la Guerra fría, es observado por al menos dos de las primeras tres potencias como un sistema con dosis de ilegitimidad importante, lo cual representa un gran peligro, porque, cuando grandes potencias entienden que el orden global  vigente tiene dosis de ilegitimidad suficiente, puede verse tentado a iniciar  una política exterior revisionista, como hemos visto, por ejemplo, en el comportamiento internacional de la Federación Rusa.

Lo de “ilegítimo” tiene que ver con que el sistema internacional funciona sobre la base de la idea de que los actores del sistema, sobre todo los actores centrales, los que tienen capacidad de modificar el curso del devenir histórico, entienden que ese sistema tiene una serie de reglas o una conformación suficientemente justa como para propender a su manutención y no hacia su revisión. Un sistema es relativamente estable cuando se produce una situación de balance de poder donde las grandes potencias entienden que, si bien el sistema no es perfectamente justo, tiene un grado de aceptabilidad suficiente para que nadie quiera desafiar las bases mismas del sistema, sino que todos aceptan convivir en él y relativamente, con algún nivel de armonía sobre las reglas básicas de ese sistema.

Entonces, cuando eso no ocurre, como ha acontecido en la historia en algunas oportunidades, hablamos de ilegitimidad.  Un ejemplo, es el que se dio con el fin de la Guerra fría, en el que el tipo de orden mundial que surgió en esa instancia , que es todavía el sistema que en algún punto rige hoy, comenzó siendo observado como ilegítimo o con dosis de injusticia tales que es suficiente como para desafiarlos por parte, por ejemplo, de la Federación Rusa, que es lo que ha hecho que en su rechazo a la política de expansión de la OTAN que ha venido desplegando Occidente, es el que provocó la invasión a Ucrania en el año pasado.

Acerca de si el mundo confluye en algún punto a una suerte de bipolaridad, es decir, Occidente por un lado y Rusia, China, Irán en el otro, Caucino indicó que eso depende del plano en que se evalúe. En el plano económico, lo que hay es una especie de tendencia a la formación de dos grandes superpotencias económicas que serían los Estados Unidos y la República Popular China, pero, que, si se tomrara a la Unión Europea en su conjunto, en realidad no habría dos superpotencias, sino tres, porque el producto bruto consolidado de la Unión Europea es equivalente aproximadamente al de los Estados Unidos y al de China.

Si se mide en materia de poder militar, en el mundo no hay una nueva bipolaridad, sino que hay una potencia que son los Estados Unidos, que siguen teniendo una suerte de preponderancia y hegemonía global, aunque cada vez más disminuida, porque China, por ejemplo, ha venido desplegando un poder militar más importante, y otros actores del sistema, que también han aumentado sus gastos de defensa.

En materia de armas nucleares, en el mundo en realidad, de los 200 países que componen el sistema aproximadamente, hay solamente nueve que tienen armas nucleares, pero hay dos de ellos que reúnen en algo así como el 90% del arsenal nuclear, que son los Estados Unidos y la Federación Rusa.

Remarca Caucino que la muy mala relación que han ido desarrollando Estados Unidos, China y Rusia, ha conducido a que China y Rusia establecieran una creciente alianza, al punto de generar un menoscabo a los intereses occidentales en el largo plazo, porque dos países que han sido tradicionalmente enemigos hoy tienen una comunidad de intereses producto del rechazo al intento de los Estados Unidos y de Occidente de mantener su hegemonía en el tiempo.

El analista que no se atreve “en lo más mínimo” a predecir el resultado de la guerra en Medio Oriente, explica que, los conflictos geopolíticos tienden a mantenerse en el tiempo, porque tienen una base en la geografía y en la historia, pero que eso es virtualmente modificable.

En general, los comportamientos que tienen que ver con los problemas geopolíticos no se alteran demasiado porque surgen del interés nacional que los países tienen en función de su posición geográfica y demás factores, pero Medio Oriente en los últimos 50 años ha cambiado enormemente. Por ejemplo, los países que eran enemigos del Estado de Israel, hoy son sus  amigos, o por lo menos viven en paz entre ellos, por ejemplo Egipto o Jordania., Lamentablemente no se llegó a la paz con Siria, con la que en los años 90 hubo un intento, pero  que fracasó, y que hoy está en el otro eje. Se avanzó con las monarquías del Golfo y con Arabia Saudita.

Irán, que era el país más prooccidental de la región, era el país más amigo de los Estados Unidos y Medio Oriente, un país con relaciones muy positivas con Israel, en 1979, a partir de la revolución que derrocó a la monarquía del Shá de Irán, instaló una teocracia fundamentalista que promueve la destrucción de Israel, y negación de su existencia, y del Holocausto. Buscan un arma nuclear, y en caso de ser conseguida, van a generar una carrera de proliferación porque eso automáticamente va a hacer que Egipto y Arabia Saudita, y probablemente otros países, busquen un arma nuclear, a la vez que  es un país promotor del uso del terrorismo tal como hemos sido víctimas los argentinos aquí.

Respecto del posible ingreso de Irán a la confrontación, Caucino afirmó:

“Detrás de Hamás, detrás de Hezbollah, en última instancia, está Irán”.

 

Redacción: Prof. Cita Litvak

 

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