Radio JAI

La Radio Judía de Latinoamérica

DONAR

Parashat Nasó

Comienza nuestra Parashá, una vez más, con un pedido de censo. El contar a los hijos de Israel es visto en la Torá como la necesidad que los líderes del pueblo tenían de disponer la información del número de personas que lo conformaban.

Era imperiosa la necesidad de saber con cuántos se contaba para llevar adelante la difícil tarea de construir la nueva nación.

El censo, además, mostraría con quiénes se contaba para realizar las diferentes tareas relacionadas con el mishkan, que más tarde le fueron asignadas a cada tribu.

Sin embargo, lo más importante, es que los líderes del pueblo, con Moshé a la cabeza, sabían que, a pesar de las constantes quejas, podían contar con cada uno de los censados. Que su voluntad de colaborar y de lograr la identidad nacional hasta llegar a la tierra prometida, era una realidad segura. El compromiso de unos con otros, era una garantía para todos, que los objetivos a lograr eran posibles.

Pero hoy, lamentablemente, el estar registrado en alguna lista como judío, todavía no es garantía de que se involucrará con nuestra comunidad, ni que la supervivencia del Estado de Israel esté entre sus preocupaciones. Es por ello que Parashat Nasó es un llamado no solamente a a aquellos que son “judíos” sino también a “actuar” como tales.

Nuestra Parasha nombra un tema muy importante “BIRKAT HAKOHANIM”

La bendición es uno de los «regalos» más apreciados por el hombre en todos los tiempos. Es por la obtención de ella por lo que generaciones de seres humanos buscaron la gracia de Dios y Su favor a partir de sus plegarias y acciones. Es por ello que, desde ese lugar, uno de los pasajes más significativos de la tradición judía, el cual es presentado por nuestra parashá, esta semana, es la fórmula con la cual Dios instruye a Aarón y a sus hijos, que en calidad de sacerdotes, deberán bendecir a la comunidad de Israel cuando la ocasión lo hiciere necesario. Así nos la presenta la Torá:

“…Y habló el Eterno a Moshé, diciendo: Así bendecirás a los hijos de Israel, diciéndoles: El Eterno te bendiga y te guarde. Ilumine el Eterno Su rostro hacia ti, y te agracie. El Eterno dirija su rostro a ti, y te conceda la paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré…”.(Num 6: 20 -26)

Podemos aprender varias cosas:

En primer lugar, es interesante observar que no son los hombres, por más importantes que fueren, quienes tienen el poder de bendecir a la congregación.

De las palabras que éstos debían pronunciar, surge claramente que la fuente con ese poder no era otra que la de Dios. El intermediario, por supuesto, debía ser alguien con suficiente mérito como para que su «gestión» frente al Creador fuera bien recibida.

Son particularmente llamativos los aspectos sobre los cuales se hace hincapié en las formas lingüísticas de la bendición. Se solicita a Dios que Te cuide y que Te guarde; en este sentido, el objetivo era que Dios te proteja en cuerpo y alma de los males que pudieran caer sobre ti en tu vida cotidiana. Se habla de que Dios ilumine Su rostro hacia ti y Te conceda el don de Su gracia;

Por último, el intermediario, el sacerdote o el rabino tal vez, convoca a Dios a perpetuar Su presencia junto al bendecido. Esto incluye la idea de que el hombre debería caminar a lo largo de su vida siempre por el sendero de la honestidad, la justicia y la dignidad. Claramente, si la presencia de Dios es constante a tu lado, no tenes otra opción que actuar éticamente.

La bendición no se completa con la obtención de lo deseado, sino con la capacidad de cuidarlo. La bendición no es llegar a la meta sino trabajar para sostenerla. Que vivamos la bendición como una responsabilidad, que, una vez conseguida, queda en nuestras manos

Finalmente, si todo esto se concreta, el privilegiado tendría paz, en hebreo Shalom, integralidad y armonía absoluta.

Sería maravilloso, si cada uno de nosotros a partir de llevar vidas meritorias, pudiéramos ser siempre acreedores de la bendición sacerdotal, cada vez que la requiriésemos.

Y hoy más que nunca que esta bendición pueda ser elevada sobre todos los hijos de Israel que defienden nuestra Mediná.

 

 

Miriam Kapitulnik

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

Ayuda a RadioJAI AHORA!
HAZ CLIC AQUÍ PARA HACER UNA DONACIÓN