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“Sea quien fuere de las potencias que arroje la primera bomba, va a recibir la segunda, y eso llevaría a una guerra nuclear de la que no habría retorno” Eleonora Grosman

Eleonora Gosman

La periodista argentina, corresponsal en Brasil, brindó para Radio Jai una síntesis de la conferencia de prensa en formato virtual, ofrecida por Rafael Grossi, Director General de la Organización Internacional de Energía Atómica, a un grupo pequeño de periodistas argentinos, de la que participó desde San Pablo.

Gosman contó que Grossi dijo que “hay temores” porque, entre otras cosas, Ucrania tiene quince centrales nucleares en su territorio, es decir que no es solo la construcción de artefactos nucleares lo que está de por medio, ni solamente la posibilidad de que Rusia utilice, finalmente un artefacto nuclear, sino que además de toda la posibilidad de un error.

La Organización Internacional de Energía Atómica se puso en alerta en dos cuestiones: Una, de la advertencia de Putin, que según Grossi estaba más dirigida a la OTAN que a Ucrania o al presidente ucraniano; y de acuerdo al Director,  una alerta nuclear dirigida a la OTAN, puede provocar resultados catastróficos, por el simple hecho de que ”alguien se equivoque, o apriete algo equivocado”.  Además, hay varias otras potencias nucleares en Asia y en Europa; y en América, está Estados Unidos.

Gosman remarcó especialmente un tema que la sorprendió mucho, el de la razón de los rusos de ocupar Chernóbil y la planta de Zaporiyia. La planta de Chernóbil funciona, pese a todo, porque lo que dejó de trabajar fue el reactor número 4, que al dañarse provocó los impactos conocidos como la nube radioactiva, ocurridos en 1986.  Por otro lado, comparte la periodista, sobre lo que afirma Grossi,  que es que las plantas nucleares tienen una cobertura muy gruesa por lo cual un impacto de una bomba no los afectaría en nada, pero que  tienen un punto débil  que son las redes de suministro eléctrico que ingresan en el interior de las centrales, y que no están protegidas dentro de bóvedas.

Si esas redes fueran atacadas, lo primero que se produciría sería el enfriamiento del núcleo atómico, que al enfriarse,  hay justamente un proceso de calentamiento, que anteriormente se llamaba “arma radiológica” que se constituye a partir de las radiaciones nucleares. Hubo una insinuación, “un fueguito” cercano a la planta, en una playa de estacionamiento, que significaba un indicio de que esas centrales podrían ser eventualmente saboteadas.

Grossi señala algo según Grosman “muy interesante”,  el hecho de que Ucrania se haya visto invadida, el que haya poseído armas atómicas ya desde tiempos de formar parte (aunque de manera independiente) de la URSS, y que cuando la Unión Soviética se derrumba, Ucrania entrega las armas nucleares. Como dice el Director General de la OEA, si se tienen quince centrales nucleares, se puede tener material suficiente para construir bombas atómicas, y siendo un país fronterizo con una potencia nuclear, por qué Ucrania no vería la necesidad de tener artefactos nucleares, un pequeño “stock” con un criterio de defensa.

Acerca de lo que advirtió Grossi en la Conferencia acerca del peligro de la utilización de armas nucleares, Gosman , reveló que esa eventualidad no ha sido considerada porque, en este caso específico, una contienda de ese tipo, sería un conflicto mundial, y sea quien fuere de las potencias que arroje la primera bomba, va a recibir la segunda. Y afirmó que “eso llevaría a una guerra nuclear de la que no habría retorno”. La periodista se permitió hacer una comparación odiosa y dijo: “Nadie creía en la pandemia, a pesar de tantos filmes que la anticipaban”. Y subrayó que es impensable una guerra nuclear, de la que no se sabe dónde empieza y dónde termina, y que sería arrasar ciudades enteras como Nueva York, Moscú, San Petersburgo, Washington, y las capitales europeas. “Para mí eso es inimaginable”, declaró. Sin embargo, confesó que por más inimaginable que esto fuera, lo interesante de lo que Grossi plantea es que, por primera vez está en riesgo el Tratado de No Proliferación, porque no es lo mismo que una gran potencia como Estados Unidos, China, Rusia, Inglaterra o Francia, tengan armas nucleares a que las tengan por citar algunos países, la Argentina, Brasil. “Es peligrosísimo”, había manifestado Grossi.

 

Redacción gentileza de la Profesora Cita Litvak

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai

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