Democracia vs Teocracia

La guerra es entre nuestras democracias (imperfectas) y Teocracias (totalitarias).

En las teocracias Chiítas como la Iraní el propósito es expandir la Sharía (Ley Islámica) por todo el planeta y eliminar a los infieles.

Su accionar pasa por categorías muy difícilmente comprensibles para un hombre occidental moderno, de verdades y modelos en permanente cuestionamiento y cambio.

¿Quién conoce el nombre del actual presidente de Irán?

. Seguramente muy pocos. Muchos más conocerán el nombre de Alí Jamenei, el líder Supremo de la revolución Islámica.

Una guerra contra una teocracia que utiliza a su población en una cruzada en nombre de D.s es un desafío mayor, como fueron en su momento los totalitarismos aberrantes, sangrientos y asesinos de Hitler, Stalin y tantos otros monstruos de la historia.

Qassem Suleimani era uno de los arquitectos y artífices de una visión perversa y destructiva de occidente donde no hay espacio para las disidencias, minorías, ni consideración por otras culturas, ni modelos.
De esto se trata esta guerra; la “confrontación de culturas y civilizaciones”. La nuestra no será perfecta, ni mucho menos, pero me imagino que ninguno de nosotros quisiera vivir en un mundo donde la Yihad (Guerra Santa) y ser un Shaid (Mártir por la causa de D.s) sean las aspiraciones de nuestros hijos.

El Islam radical es un cáncer que no busca acuerdos ni convivencia, nunca hace La Paz, sino que lo máximo que acuerda es una hútna (un cese al fuego momentáneo) hasta que se siente fuerte para volver a la guerra. En Oriente Medio se imponen los fuertes y no los bellos discursos de los humanistas occidentales. No comprenderlo es autoengañarnos y querer forzar la realidad para que se acomode a nuestro deseo y cultura.

Desgraciadamente no hay espacio para negociar con quién pretende eliminarte, o se los vence, o el mundo libre no tendrá futuro.

Miguel Steuermann
Director de Radio JAI