Trump firmó su decreto contra el Antisemitismo

Flanqueado por líderes cristianos evangélicos, miembros judíos de su administración e incluso algunos demócratas de la Cámara de Representantes, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó el miércoles una orden ejecutiva que confronta al antisemitismo, principalmente en forma de boicots a Israel, en los campus universitarios.

En la fiesta anual de Jánuca de la Casa Blanca, Trump puso en marcha una orden que aparentemente requerirá que el Departamento de Educación de los Estados Unidos interprete de manera efectiva al judaísmo como nacionalidad, no solo como una religión. Eso obligará al gobierno de los Estados Unidos a retener fondos de colegios y universidades si no logran enfrentar la discriminación contra los estudiantes judíos.

Sin embargo, los críticos argumentan que la definición de antisemitismo utilizada en la orden, originalmente formulada en 2016 por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, enfriará la libre expresión en los campus universitarios y suprimirá los derechos de expresión de los críticos de Israel.

Antes de la firma, algunos expresaron su preocupación de que la orden definiera a los judíos como una nacionalidad.

Escribiendo en el New York Times después de la firma, el yerno judío de Trump, Jared Kushner, dijo que esto fue una mala interpretación.

“La orden ejecutiva no define a los judíos como una nacionalidad. Simplemente dice que en la medida en que los judíos sean discriminados por sus características étnicas, raciales o nacionales, tienen derecho a protección por la ley contra la discriminación “, escribió Kushner.

“Esta acción deja en claro que el Título VI de la Ley de Derechos Civiles, que prohíbe el financiamiento federal de universidades y otras instituciones que participan en la discriminación, se aplica a las instituciones que trafican con odio antisemita”, dijo Trump antes de firmar el documento.

“Este es nuestro mensaje para las universidades: si desea aceptar la enorme cantidad de dólares federales que recibe cada año, debe rechazar el antisemitismo”, agregó. “Es muy sencillo.”

Sin embargo, la orden ejecutiva ha dividido el liderazgo judío estadounidense.

Mientras que grupos importantes como la Liga Anti-Difamación y el Comité Judío Americano expresaron un fuerte apoyo a la acción, a otros les preocupaba que fuera contraproducente contra los judíos.

“Este escenario político no solo es contraproducente, sino que pone en peligro a las personas que tales defensores dicen defender”, dijo el rabino Jack Moline, presidente de la Alianza Interreligiosa.

“Con el debido respeto a los tomadores de decisiones que escribieron esta orden ejecutiva, la comunidad judía no necesita que el presidente Trump codifique lo que los judíos son en esta ley”, continuó. “El presidente está cambiando el estado del judío de una manera artificial para fines políticos insensibles”.

La semana pasada, Trump fue castigado por grupos judíos por expresar en una conferencia pro israelí que los judíos estadounidenses votarían por él para proteger su riqueza. En el mismo discurso, dijo que algunos judíos no amaban lo suficiente a Israel.

“Este es realmente el pirómano que intenta servir como bombero”, dijo Halie Soifer, directora ejecutiva del Consejo Democrático Judío de América.

La orden en sí, sugirió, era motivo de preocupación.

“Y si alguien necesita ejemplos de cómo se ve el antisemitismo, uno no debe buscar más allá de las palabras del presidente Trump (y los cargos de doble lealtad), que se clasificarían como antisemitas según su propia orden ejecutiva”.

La orden se basó en una legislación estancada en el Congreso que contó con el apoyo de ambos lados del pasillo, pero que nunca avanzó.

La definición que utiliza para denotar antisemitismo incluye un lenguaje que expresa cierta preocupación por ser demasiado vago, incluida “una cierta percepción de los judíos, que puede expresarse como odio hacia los judíos”.

Kenneth Stern, el experto que redactó la definición adoptada por esta orden ejecutiva, se ha opuesto públicamente a su aplicación en los campus universitarios. En un artículo de opinión del New York Times, escribió : “Si este proyecto de ley se convierte en ley … los estudiantes y los miembros de la facultad se asustarán en silencio, y los administradores se equivocarán al suprimir o censurar el discurso”.

Pero Ted Deutch, un congresista demócrata de Florida que patrocinó la legislación original, escribió la semana pasada que la definición “fue redactada para no regular la libertad de expresión o castigar a las personas por expresar sus creencias”. Más bien, escribió, ” puede servir como una herramienta importante para guiar la respuesta de nuestro gobierno al antisemitismo “.

En el evento del miércoles, Trump dijo que parte de su justificación para seguir adelante con la orden era apuntar a la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel.

Su hija Ivanka y su yerno y asesor principal Jared Kushner lo habían estado advirtiendo sobre el movimiento durante años, dijo.

“Jared e Ivanka me han estado hablando sobre esto durante aproximadamente tres años, quizás más que eso, pero retrocedo unos tres años donde había algo que podía hacer al respecto”, dijo. “En esta posición, podemos hacer cosas al respecto. Antes de eso, no tanto. Yo sería como tú: exitoso, muy bien. Pero no por esto.

Trump reconoció a los líderes evangélicos cristianos que se encuentran entre sus partidarios más vociferantes, incluidos los pastores Robert Jeffress y John Hagee. Les pidió en un momento que se unieran a él en el escenario. “Nunca hemos tenido un apoyo cristiano tan evangélico”, dijo.

El presidente también lamentó el tiroteo en Jersey City, Nueva Jersey, en el que un hombre armado abrió fuego contra un supermercado Kosher.

“Nuestros pensamientos se dirigen a las familias en duelo en Nueva Jersey”, dijo. “Con un solo corazón, Estados Unidos llora por las vidas perdidas, con una sola voz nos comprometemos a aplastar el monstruoso mal del antisemitismo cada vez que aparezca”.