Una hora sin reloj

Sus pinturas son una filigrana de imágenes de mujeres y hombres judíos practicando sus costumbres en sus hogares, sinagogas, calles, mercados en los que vivían por lo que se puede decir que sus manos y sus cuadros son la memoria

viva de esa comunidad. Activista comunitaria da conferencias, organiza eventos y difunde lo que ella siente: “Lo que se lleva en el corazón sale del corazón”.

Participó en muchas exposiciones colectivas e individuales y en publicaciones gráficas en la tapa del libro “Erase una vez Sefarad” de Helene Gutkowski; “Entre hierbabuena y azahares” en Nostalgia Mora de Simy Zerrad Chocron; “Recuerdos del Magreb” de Etty Corcías; “Los marroquíes de la Argentina” de Diana Epstein.