¿Un nuevo Kaliningrado?
Con la firma de la Paz de Wesfalia, en 1648, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años, también finalizó el llamado Antiguo Orden Feudal, y dio lugar a la aparición de unidades territoriales organizadas en torno a un poder, en otras palabras, nace el concepto de Estado-Nación, como una forma de organización política, con territorio propio y delimitado, con una población propia y gobierno, sin embargo en la actualidad, también es necesario del reconocimiento internacional, tanto de otros miembros de la comunidad global, como de organizaciones multinacionales, como la ONU, la OEA, la UE, la OMC entre otras.
No obstante, hay unidades territoriales que no han sido reconocidas, es el caso de cuatro ex territorios que formaron parte de la URSS., Osetia del Sur, Abjasia, Nagorno-Karabakh y Transnistria, y que sin embargo se declararon países independientes entre 1990 y 1992, tras la desintegración del Estado soviético, las tres primeras en la región del Cáucaso, mientras que la última se encuentra en territorio europeo.
Una de las 15 repúblicas que formaron parte de la URSS, es Moldavia, que se declaró como nación independiente en 1991, sin embargo, un año antes, el 2 de septiembre de 1990, una de sus regiones, hizo lo propio del futuro Estado moldavo, Transnistria, un territorio de 4.100 km2 de superficie, situada entre Ucrania y Moldavia, con una población de aprox. 470 mil habitantes, en su mayoría rusa, y en menor proporción ucraniana y moldava, y donde se habla el ruso y se utiliza el alfabeto cirílico, su ciudad capital es Tiraspol, donde viven más 130 mil personas, mientras el segundo centro urbano es Bender o Bendery.
Desde entonces, los transnistrios se han dado su propia constitución, su propia bandera, a franjas horizontales roja, verde y roja, con la curiosidad que en su vértice superior derecho ha mantenido los símbolos comunistas, la estrella de cinco puntas, la hoz y el martillo, como así también su escudo nacional, y una división administrativa en 5 departamentos y 1 distrito capital.
Tienen su gobierno, sistema presidencialista, con un mandato de 5 años, el que la actualidad es ejercido por Vladim Kranoselsky, un general mayor retirado y abogado, elegido por sufragio popular en el 2021, y que obtuvo el 87% de los votos, además posee un parlamento unicameral de 43 miembros, denominado Consejo Supremo, y dos partidos mayoritarios, el Partido República, de perfil conservador, y el Partido Renovación, de perfil liberal, pero ambos independentistas, y que reflejan el sentimiento de la mayoría de los transnistrios.
En cuanto a la economía, es un país capitalista con libre mercado, donde las importaciones, que las constituyen productos elaborados, provienen en general de Rusia, Ucrania y Moldavia, y que en el 2021 representaban unos u$s. 1052 millones, mientras que las exportaciones, constituidas por productos textiles y siderúrgicos, además de frutas, verduras y lácteos, representan para el año señalado, unos u$s. 633 millones, y poseen una infraestructura eléctrica que la hace autosuficiente en producción energética.
Ahora bien, el aspecto financiero es muy particular, pues si bien tiene su propia moneda, el Rublo Transnistrio, sólo se puede usar dentro de este país, pues al no ser reconocido internacionalmente, tampoco es reconocida su divisa en el exterior, y las tarjetas de crédito reconocidas globalmente, no sirven en Transnistria, por lo cual, con ellas no se puede realizar ninguna operación, como ser pagos o extracción de dinero, lo que lleva a utilizar mayormente efectivo, el que se obtiene al cambiar los Euros o Dólares en las casas de cambio, y para tener una idea, 1€ son 20 rublos transnistrios.
Obviamente, tiene su propio Banco Central que emite la moneda local, pero también hay otras entidades bancarias, que al igual que los residentes, tienen sus propias tarjetas, las que son emitidas por bancos rusos, y por lo tanto, están dentro del sistema de pago MIR, con lo que Moscú busca eludir las sanciones económicas impuestas por Occidente, desde el 2014 con la anexión de Crimea, un sistema que nuclea a unas 150 entidades bancarias rusas, además dicho sistema, se articula con las tarjetas Union Pay, que es el sistema nacional de pagos de China.
Algo similar con la moneda, ocurre con el pasaporte que emite el gobierno transnistrio, que carece de validez fuera de sus fronteras, por lo cual los habitantes de este particular país, utilizan para viajar al exterior, en su gran mayoría el pasaporte ruso, y en menor medida, el ucraniano y el moldavo, y en cuanto al nivel de vida, el sueldo promedio es de unos €300 o u$s. 280.
Ahora bien, Transnistria, cuyo nombre deriva del ruso “Pridnestrovier”, que significa cerca del río Dniester, la vía fluvial que es frontera natural entre Ucrania y Moldavia primero, y luego entre Moldavia y Transnistria, y durante la época soviética, en los años 60 y 70, la república moldava vivía un auge industrial importante, gracias a la región de Transnistria, pero una década después, hacia los finales de los años 80, el gobierno de Chisinau, capital de Moldavia, asumió un discurso y una postura antisoviética y pro occidental, incluso proponía la unión con Rumanía, y dejar el uso del idioma ruso y el alfabeto cirílico, algo que prendió en la mayoría de la población moldava, menos en Transnistria, que los llevó a realizar un referéndum acerca de independizarse de Moldavia, que tuvo como resultado, una abrumadora mayoría por la secesión y la independencia, la que se declaró, tal como se señaló previamente, el 2 de septiembre de 1990, y desató el conflicto armado entre moldavos y transnistrios, el que duró hasta 1992, que culminó con la intervención de Rusia como mediador, y se decretó un alto al fuego, una guerra civil que costó más mil vidas transnistrias, y constituye hasta el presente, lo que se califica en Polemología, un Conflicto Frizado o Encapsulado.
Tras el cese de hostilidades, y hasta hoy, se hallan acantonados en Transnistria, bajo el pretexto de garantizar la paz, cerca de 10 mil efectivos del ejercito ruso, en particular en la base militar de 14to. Regimiento, el que cuenta con tanques, vehículos blindados, lanzacohetes múltiples y helicópteros de combate Mi 2 y Mi 8, un dato no menor, si pensamos que de la capital transnistria Tiraspol a Odessa, en Ucrania, hay dos horas en carretera, además es habitual en la frontera con Moldavia, los check point con presencia tanto de efectivos del ejercito transnistrio, que cuenta con cerca de 140 mil hombres, junto a soldados rusos destinados en Transnistria.
Por su parte, la única línea ferroviaria que une Chisinau, Moldavia, con Bender y Tiraspol, Transnistria y llega hasta Odessa, Ucrania, a raíz del actual conflicto ruso-ucraniano, sólo comunica a las dos primeras, habiéndose cerrado el trayecto a la frontera con Ucrania.
Ahora bien, respecto al status internacional de Transnistria, en 1997, bajo el auspicio de la OSCE, Organización para la Seguridad y Cooperación Europea, se negoció un Acuerdo de normalización de relaciones con Moldavia, conocido como Memorando Primakov.
En el 2014, tras la anexión unilateral de Crimea por parte de Moscú, el parlamento transnistrio solicitó unirse a Rusia, pero hasta el momento no tuvo respuesta alguna del Kremlin, más allá que tanto, el partido gobernante como la oposición, ratifican la independencia y la adhesión a Rusia.
En el 2018, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 72/282, por la cual instó a Moscú a proceder al retiro de sus fuerzas armadas de Transnistria, y en el 2022, la Asamblea del Consejo Europeo, también mediante una Resolución, consideró a Transnistria, como una región de Moldavia ocupada por Rusia, obviamente, en los dos casos Moscú, hizo caso omiso a aquellas resoluciones.
Con respecto, a la situación dentro de Transnistria, hay informes contradictorios en relación a los DD.
HH., por un lado, el Depto. de Estado de los EE.UU., en el 2006, junto con la ONG Freedom House, en el 2016, señalan que hay restricciones a las libertades de expresión y a la practica religiosa que no sea el cristianismo ortodoxo, como así también, a la discriminación, tanto a nivel gubernamental como social, sobre el colectivo LGTB, y en contraposición, están los informes de la OSCE, del 2005 y el de 2012, del Consejo Europeo, que expresan una apertura social y respeto a los DD.HH., como asimismo, marca la existencia de medios de prensa escrita independientes, y que el problema está en la corrupción, y que la falta de reconocimiento internacional del país, actúa como un factor negativo y complica la situación interna.
En cuanto a la situación interna en Transnistria, hay un grupo de oligarcas que controlan al país, la prueba es el monopolio empresarial Sheriff, que fue fundado en 1993 por el ex agente de la KGB, Víktor Gushan, de 60 años, y que actualmente sigue presidiendo este conglomerado de empresas, el que posee, supermercados, estaciones de servicio, constructora, telecomunicaciones –la firma Telestar-, televisión, distribuidoras, y que ahora está finalizando la construcción del único hotel cinco estrellas en la capital Tiraspol, e incluso es dueño de uno de los seis equipos de futbol que juegan en el torneo de 1ra. División de Moldavia, el Club Sheriff de Tirás, que participó en la UEFA Champion League, y que en la fase de grupos del año 2021, derrotó en el estadio Santiago Bernabeu, al mismísimo Real Madrid.
Pero, además de esta oligarquía empresarial, que es aceptada por la mayoría de la población por la generación de empleos, hay cuestiones que son de suma gravedad a la Seguridad Internacional, pues Transnistria, es un punto estratégico en el contrabando de material nuclear, y en el que no están exentos algunos funcionarios de este país, pero al no haber un reconocimiento internacional del status estatal, no se los puede llevar a juicio en los tribunales internacionales, pues sería reconocer de jure, una soberanía que hasta ahora no goza Transnistria.
Por ejemplo, en el 2005, se desbarató la venta de misiles Alazán, con cabezas nucleares, por la suma de u$s.
500.000, ofertados por un traficante de armas ubicado en la localidad de Tighina, Transnistria, otro caso, en el 2011, autoridades moldavas detuvieron a los miembros de una organización criminal que negociaba el tráfico ilegal de material nuclear, y en el 2014, el Servicio de Seguridad de Ucrania, detuvo a un grupo que pretendía introducir 1,5 kg de Uranio 235.
En cuanto, al contrabando de armas y drogas, según uno de los últimos Informes, elaborado por Ucrania, afirmó que era negativo este tipo de tráfico ilegal, aunque si, Transnistria es un paraíso de evasión impositiva con el contrabando de alimentos, por lo que se ha ganado el mote de, “el pequeño Estado Mafioso de Putin”.
Finalizando la columna de hoy, recordemos que semanas atrás abordamos el caso de Kaliningrado, un enclave de Rusia en el Báltico, rodeado de países miembros de la OTAN UE, y que es una verdadera fortaleza y base de la flota de la armada rusa, en aquella cuenca marítima, un verdadero “islote ruso” que esta separado de la aliada de Moscú, Bielorrusia, por el llamado corredor Suwalki, que es frontera común entre Lituania y Polonia, y que en días pasados se ha dado una situación crítica en esa región, debido a que Moscú instrumenta, directa o indirectamente, la llamada “estrategia de tensión”, algo que podría repetirse con Transnistria, habida cuenta de la presencia militar rusa en este país no reconocido, pero que existe, y que por ahora, Rusia sólo se ha limitado a mantener un contingente de sus fuerzas, sin haberlas incrementadas, pese a estar en la frontera sur occidental entre Ucrania y Transnistria, y la razón de esta actitud de Moscú, quizás este dada por la fluctuante situación política de Moldavia, que en el presente está presidida por la pro europea Maia Sandú, pero las proyecciones para las elecciones del 2024, dan como favorito al pro ruso y ex presidente moldavo, Igor Dodon, que en caso de triunfar, potenciaría la importancia de la presencia rusa, tanto en la frontera de Ucrania con Moldavia como con Transnistria, por eso la frase de cierre, pensando en esos países que existen pero no son reconocidos, pero no han renunciado ha ser independientes, es de Napoleón Bonaparte, que dijo, “La independencia, igual que el honor, es una isla rocosa sin playa…”.-
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