En la parashá de esta semana leemos la extraña y famosa narración bíblica del profeta pagano Balaam y su burro parlante. En un momento dado un ángel bloquea el camino del burro y el animal se detiene en el lugar. Balaam se siente frustrado y golpea al burro. “Y Di-s abrió la boca del burro y éste habló a Balaam diciendo: ‘¿Por qué me pegas?’… Y entonces Di-s abrió los ojos de Balaam y vio al ángel parado en el camino…”. Entonces Balaam se disculpó con el burro diciendo “He pecado porque no sabía” (Números 22:28-34).

Siempre me he preguntado: Si genuinamente no sabía, ¿por qué era un pecado?

La respuesta es obvia: Para un profeta que puede comunicarse con lo Divino no saber de una presencia angelical justo frente a su nariz es verdaderamente pecaminoso. Un hombre de su estatura espiritual debía saber mejor.

No hay duda que en muchas comunidades donde el judaísmo organizado es débil y no se puede encontrar fácilmente, la ignorancia de lo que significa ser judío puede ser una excusa válida. Para millones de judíos que crecieron en la antigua Unión Soviética bajo un régimen ateo, la ignorancia de la ley judía es, indudablemente, justificada.

Pero para aquellos de nosotros, que vivimos en comunidades judías vivas y vibrantes, para aquellos que saben lo suficiente como para leer estas líneas, la ignorancia como racionalización no tiene sentido.

En mi propia comunidad de Johannesburgo, Sudáfrica, gracias a Di-s hay oportunidades educativas demasiado numerosas como para mencionarlas. Escuelas Diarias para niños, programas de educación para adultos; una reciente serie de clases que tuvimos acerca de misticismo judío atrajeron a 250 hombres y mujeres cada lunes por la noche durante seis semanas corridas.

Internet, con todas sus serias fallas y peligros, provee oportunidades sin paralelo para los judíos, aun en los lugares más remotos, para conectarse con su herencia. En este moderno medio de llegar, Chabad.org ha sido un destacado pionero. Así, hoy, cuando la ignorancia judía sigue siendo el Enemigo Público Número Uno, hay amplias avenidas para los judíos que nunca se vieron expuestos al judaísmo, sus enseñanzas y su relevancia, para saber más y ser mejor educados.

Recuerdo una campaña publicitaria que se llevó a cabo en los Estados Unidos hace unos años para lo que entonces era conocido como el United Negro College Fund. El fondo fue establecido para proveer de educación universitaria para promisorios estudiantes negros de vecindarios poco privilegiados. Hasta este día todavía puedo ver esa fotografía de un joven estudiando y debajo el slogan “Una mente es algo terrible de desperdiciar”.

¿Cuántos abogados y jueces judíos nunca han hojeado una sola página del más grande repositorio legal judío, el Talmud? ¿Cuántos médicos y pensadores judíos no han leído nunca alguna de las obras de Maimónides, el más grande médico y filósofo del judaísmo? ¿Cuántos judíos ilustrados espiritualmente que meditan diariamente nunca han estado expuestos a las enseñanzas de la auténtica Cabalá y el misticismo judío?

¿Por qué los rabinos se convierten en rabinos? Para enseñar. La palabra rabí significa “mi maestro”. Es verdad, hay muchas facetas de la posición de un líder espiritual, pero el principal incentivo para mí y para muchos otros de mis colegas es el privilegio de educar judíos sobre el judaísmo —especialmente aquellos que sin tener culpa no fueron criados con ese conocimiento.

De ninguna manera minimizo la importancia del papel pastoral que un rabino juega en su comunidad. Ayudar a la gente en momentos de desgracia, como así también en ocasiones alegres, puede ser profundamente gratificante. Aconsejar a almas preocupadas o a personas comunes con dilemas morales es igualmente significativo. Pero la parte más estimulante del trabajo para mí es enseñar a los judíos cómo ser judíos. Enseñar Torá e introducirla en los previamente no iniciados. El privilegio de abrir una mente judía a la belleza de la sabiduría judía y a la eterna relevancia de la forma judía de vida es lo que me llevó al rabinato.

Durante mi desempeño he oficiado en varios cientos de Bar Mitzvá, bodas y, por desgracia, en muchos funerales e inauguraciones de monumentos. Mientras que he tratado cada caso con la sensibilidad y respeto que merece y he hecho lo mejor para hacer de esos hitos, significativos ritos funerales, mi verdadera “satisfacción profesional” vino cuando una persona joven viene a verme por consejo acerca de cómo explorar su identidad judía. Los rabinos llegan a su “punto culminante” cuando jóvenes parejas toman la iniciativa y piden consejo acerca de cómo establecer un hogar y una familia judíos realmente exitosos. Eso es najat para un rabino.

Por lo tanto, cuando están leyendo estas líneas, sigan el sabio consejo de Ética de los Padres y “Adquieran para ustedes un rabí”. Si están en una región apartada, hay excelentes educadores virtuales a los que se puede llegar por medio de este sitio Web. Si ustedes viven donde hay una infraestructura de organizaciones judías, pero no saben dónde comenzar, usen los servicios en esta Página de Inicio para encontrar su maestro real más cercano.

En nuestra época de explosión informática, la ignorancia se ha convertido en una pésima excusa.