Auspicioso debut de Israel en el Mundial Sub-20 a pesar de la derrota

Por Nicolás Ini, periodista acreditado por FIFA para Radio Jai.

El conjunto israelí disputó un gran partido en el primer encuentro del torneo juvenil que se disputa en nuestro país. Fue victoria colombiana por 2-1 en un choque vibrante.

La fría y lluviosa mañana en La Plata fueron un contraste muy marcado con lo que se vivió por la tarde en el verde césped del Estadio Único Diego Maradona de la capital bonaerense.

Por la primera fecha del grupo C del Mundial Sub 20 que se juega en la Argentina, Israel perdió con Colombia en un encuentro intenso y bien caliente, con algunas patadas que estuvieron de más pero con mucha acción sobre el campo de juego.

La aparición de la bandera y luego del conjunto israelí derivaron en aplausos y gritos de emoción por parte de familiares, amigos y también de gran parte de la comunidad judía argentina que se acercó a alentar a “los pibes”, como se suele identificar a los jóvenes.

Acto seguido fue el turno de los himnos y el Hatikva hizo que más de uno sintiera la piel de gallina, pero la acción es lo que continuaba.

El encuentro tuvo choques interesantes y comenzó con un equipo israelí mucho más decidido, avanzando mayormente por la izquierda, con Khalaili y Lemkin subiendo constantemente y con un Turgeman que metía miedo cada vez que pisaba el área.
La superioridad fue tal que pasados los 30 minutos Colombia, de gran actuación en el sudamericano clasificatorio, no registraba tiros al arco y tenía a Puerta, su capitán, amonestado.

Aún así, el entretiempo llegó con el 0-0 en el marcador y con Marquinez, el arquero colombiano, como figura.

La segunda mitad parecía distinta en el desarrollo, ya que el conjunto sudamericano hizo esforzar a Zarfati con varias atajadas, pero a los 12 minutos en un avance israelí por la izquierda, Ocampo derribó a Revivo en el área y el árbitro costarricense Calderón, de buen partido, indicó penal.
Turgeman lo cambió por gol y así el conjunto asiático (que llegó al Mundial por primera vez en su historia como sub campeón europeo) se ponía en ventaja.

A los 20 minutos Israel pudo aumentar el marcador 2 veces en la misma jugada, pero no hubo buena definición y en la contra casi lo empata Colombia, aunque el delantero Hurtado vio la amarilla por una falta al arquero.

5 minutos después cambiaron las cosas. Una desafortunada jugada dentro del área le dio a Colombia la oportunidad de empatar. A pesar de estar de espaldas, un rebote en la mano de Feingold en el área hizo que el árbitro se acerque a la cabina del VAR para corroborar lo sucedido y cobrara penal definitivamente. Cortés la puso en el palo derecho de Zarfati. 1-1 y a luchar de nuevo.

Luego, los cambios le quitaron un poco de dinamismo y dejaron un encuentro cortado, sin tantas emociones fuertes. Cuando parecía que se terminaba todo en empate, Puerta, a los 90, remató cruzado por la derecha y estampó el 2-1 que terminó siendo definitivo. Castigo inmerecido para unos pibes israelíes que merecieron mucho más y poco pudieron hacer en los 9 minutos adicionados.

Así las cosas, el equipo dirigido por Haim Ofir deberá sumar puntos en lo que queda del grupo C que comparte con Senegal y Japón para ilusionarse con un posible clasificación a octavos de final. El miércoles 24, a las 15 (hora argentina) enfrentará al conjunto africano en La Plata y cerrará su participación el sábado 27 a las 18 en Mendoza cuando se mida con su par japonés.

Pero a pesar del resultado, la imagen de la bandera israelí flameando y el Hatikva sonando en un Mundial de fútbol juvenil fueron realidad
No hay que dejar de lado que Argentina es sede del torneo porque la FIFA se lo quitó a Indonesia, quien se negó a recibir al equipo israelí en su suelo, alegando la defensa al pueblo palestino por el famoso “apartheid”. Tan irracional como real. Indonesia perdió la localía y Argentina la tomó. Israel participó y eso es lo que importa. El antisemitismo, esta vez, perdió.

Una vez más, en un partido de fútbol, una competencia musical o en la vida, estamos orgullosos de poder decir a viva voz, AM ISRAEL JAI.