El último mensaje del luchador Navid Afkari antes de ser ejecutado en la horca en Irán

La ejecución del luchador Navid Afkari en la prisión de Adel Abad en Shiraz, Irán, donde se encontraba encarcelado desde 2018, aún mantiene en shock al mundo del deporte, más tras salir a la luz el último mensaje del luchador, en el que señala que “nos enfrentamos al rival más cobarde: la injusticia”.

La presión internacional de diversos grupos de defensa de los derechos humanos y las numerosas voces que se alzaron no fueron suficiente para frenar la ejecución y el Tribunal Supremo de la provincia de Fars confirmó el cumplimiento de una de las dos penas de muerte que pesaban sobre Afkari, una de las grandes figuras de la lucha libre.

Solo unos días después de llevar a cabo la ejecución ha salido a la luz un mensaje del luchador olímpico que fue grabado en la prisión de Adel Abad. En él, Afkari relata lo dura que fue su vida, pues a los 25 años “me vi obligado a dejar la lucha libre para ayudar a mi familia”.

El deportista recuerda en sus últimas palabras que “durante mis años de lucha libre nunca me encaré con un rival que jugara sucio, porque es un deporte de honor, pero desde hace dos años mi familia y yo nos estamos enfrentando al adversario más cobarde de la historia de la humanidad: la injusticia”.

El último mensaje de Navid Afkari

Estaba a punto de cumplir los 25 años con los bolsillos vacíos y me vi obligado a dejar de lado la lucha libre para ayudar a mantener a mi familia. En la familia en la que crecí, aprendí desde la infancia que el honor y la dignidad de un ser querido como mi madre, tiene prioridad sobre todos mis deseos y aspiraciones personales.

Siempre nos enseñaron a sacrificarnos por nuestros seres queridos, así que conseguí un trabajo y después de seis o siete meses trabajando como obrero, fui arrestado, en septiembre del 2018, y ahora estoy en el corredor de la muerte.

Quiero que todo el mundo sepa que desde que yo era un niño solo deseaba hacer feliz a mi madre con logros internacionales en la lucha libre. ¿Pero qué podía hacer? La fuerza de la rueda del tiempo superó el sudor que derramé en la lucha e hizo llorar a mi madre.

Pero ahora soy feliz porque la misma rueda del tiempo ha vuelto a girar y he aprendido los verdaderos ideales de la humanidad gracias a vosotros, las personas únicas. Estos ideales son mucho más valiosos y superiores para mí que los campeonatos deportivos internacionales de lucha.

Durante los años que luché nunca me enfrenté a un oponente que jugara sucio porque la lucha deportiva es un deporte de honor.

Pero desde hace dos años mi familia y yo nos estamos enfrentando al adversario más cobarde de la historia de la humanidad: la injusticia.

Y sin duda, si no podemos contar con vuestro apoyo y vuestra ayuda, todos fallaremos.